En sus primeras declaraciones públicas tras aquel cese, Errejón ha explicado que aunque no comparte "todas las decisiones" de su secretario general, Iglesias sigue siendo el máximo dirigente del partido y ello siguen "trabajando juntos en lo fundamental", esto es, conseguir los objetivos para los que recibieron cinco millones de votos en las pasadas elecciones generales.
Respecto a las dos semanas que ha pasado sin pronunciarse públicamente sobre la crisis interna en Podemos, que en última instancia ha atribuido a "tensiones organizativas", ha reconocido que no han sido semanas "sencillas" para el partido, pero ha asegurado que a él le han servido para elevar "miras" y a la organización para madurar de cara a decisiones aún pendientes.
También ha revelado que cuando Iglesias le comunicó la destitución de Pascual, él le expresó su desacuerdo y le trasladó el "respeto y admiración" que siente por el anterior Secretario de Organización de Podemos, relevado por Pablo Echenique, una propuesta de "consenso" que "desmadrileñiza" la organización y puede "oxigenar" el partido.