El curso político ha comenzado con movimientos en el Gobierno. Nombres que salen y nombres que entran para determinar una nueva configuración en el Ejecutivo después del nombramiento de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España.
La decisión ha sido muy criticada por la oposición, que considera que Sánchez "coloniza" una nueva institución nombrando como máximo responsable a un ministro que, hasta este miércoles, aún formaba parte del Ejecutivo.
Aunque no es la primera vez que Sánchez pone a ex ministros de su Gobierno al frente de instituciones públicas. Ya pasó con Dolores Delgado, que fue nombrada Fiscal General del Estado después de haber sido ministra de Justicia; Carmen Calvo, presidenta del Consejo de Estado después de haber sido vicepresidenta primera del Gobierno; o Juan Carlos Campo, nombrado magistrado del Tribunal Constitucional después de haber sido ministro de Justicia.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, defendió este miércoles que Escrivá cumple con los requisitos de competencia e idoneidad para dirigir el Banco de España, entre ellos su "reconocida competencia en asuntos monetarios o bancarios".
Este nombramiento hace que tenga que abandonar la cartera de Transformación Digital y de la Función Pública, que dirigía desde noviembre de 2023. Su lugar lo pasará a ocupar Óscar López, hasta ahora jefe de Gabinete del presidente del Gobierno y amigo personal de Pedro Sánchez.
Con anterioridad, fue secretario de Organización del PSOE (entre 2012 y 2014) y estuvo con el jefe del Ejecutivo en su primera etapa, antes de volver a la primera línea de Moncloa tras un alejamiento entre ambos. Entre julio de 2018 y hasta el mismo mes de 2021, López fue presidente de Paradores.
El último de los movimientos de las últimas horas ha sido el de Diego Rubio, que será el nuevo jefe de Gabinete del presidente del Gobierno. Desde el pasado mes de noviembre era secretario general de la Oficina del Presidente de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica.
También ha trabajado como asesor para empresas y organismos internacionales, como las Naciones Unidas, la Comisión Europea, el Foro Económico Mundial y la Secretaria General Iberoamericana, donde llegó tras su periodo en Oxford y donde fue asesoró sobre temas de Cuarto Sector (un modelo de empresas que no sólo tienen objetivos de beneficio económico, sino también tienen objetivos de desarrollo social).
