España aún no tiene una posición clara con respecto a la decisión de algunos países de la Unión Europea de enviar tropas a Ucrania para asegurar su defensa a largo plazo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró tras la reunión extraordinaria de líderes europeos en Bruselas que "aún es muy prematuro para hablar de eso".
Al plantearle si estaría dispuesto a que militares españoles formasen parte de una misión de paz si así se lo pide la UE, Sánchez recalcó que aún se está en guerra y, por tanto, lo que hay que hacer es seguir apoyando a Ucrania como hace España con ayudas como la que anunció en su reciente viaje a Kiev por importe de mil millones de euros este año.
"Estamos en un escenario de guerra, una maldita guerra que Ucrania no ha querido", apostilló antes de considerar que, por tanto, es "muy prematuro" hablar de esa fuerza de paz.
El próximo 11 de marzo habrá una reunión de los Jefes de Estado Mayor en París a la que España acudirá sin saber si apoyará la idea de enviar militares a Ucrania, una opción que puso sobre la mesa Francia y Gran Bretaña y que ambos estados apoyan.
La Unión Europea debate si llevar a cabo la medida
Tras la reunión extraordinaria de los líderes europeos en Bruselas, Ursula Von der Leyen anunció que Europa se encontraba "en la época del rearme" y que se preveía un gasto de 800.000 millones de euros en defensa, que todos los socios comunitarios comparten. Sin embargo, no todos están de acuerdo con la idea de enviar militares a Ucrania. Países como la Hungría de Orban, fiel colaborador y amigo de Trump, o Eslovaquia no son partidarios de esta intervención directa.
Mientras tanto, desde Rusia apuntan que si finalmente se lleva a cabo el despliegue de militares de socios de la Unión Europea en Ucrania, supondrá "una implicación de la OTAN" que, según el Kremlin "no se puede permitir".