La iniciativa nació para promover la candidatura de la gastronomía española a patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco, como ya han conseguido la japonesa, la mexicana y la francesa, además de la dieta mediterránea, y para defender su importancia como expresión cultural con raíces históricas.
Los paparajotes murcianos, el jamón ibérico, el pulpo a la gallega, la paella valenciana, la tortilla de patatas, la quesada pasiega cántabra y las papas arrugadas canarias, son las siete Maravillas Gastronómicas de España, elegidas en una encuesta en Internet en la que se han registrado más de 60.000 votos.
Se seleccionaron 20 platos finalistas, entre los que estaban el gazpacho andaluz, la fabada asturiana, el cocido madrileño y el pisto manchego, y durante agosto se organizó una votación popular en la web del proyecto. Ante notario se han validado 61.834 votos que han determinado las 7 Maravillas Gastronómicas de España, ha anunciado hoy su promotora, Allianz Global Assitance, a la que se sumaron entidades como la Federación Española de Hostelería y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca), escuelas de hostelería y restaurantes como Casa Marcial, con dos estrellas Michelin.
"Hemos conseguido que durante agosto la gastronomía nacional haya sido uno de los temas más comentados, defendidos y reconocidos, un elemento sin el que no se comprende nuestra marca-país", ha destacado la responsable del proyecto, Sonia Rodríguez, en alusión al tráfico de la web y en las redes sociales.
La página oficial de las 7 Maravillas Gastronómicas de España ha recibido más de 400.000 visitas, un 18 % desde el extranjero, por lo que los organizadores dan por cumplido el objetivo de defender y difundir "una gastronomía nacional fundamentada en el vigor de las cocinas regionales".