Con motivo del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas tras la dictadura, políticos, instituciones y sindicatos destacan este período como una apuesta por la libertad y la reconciliación, y abogan por seguir trabajando para avanzar desde los logros conseguidos.
En un mensaje, Felipe VI, a través de la cuenta de Twitter de la Casa del Rey, asegura que "no hay mejor camino para convivir y progresar que la libertad, la democracia, la reconciliación y la concordia", en la misma línea, que el tuit del presidente Mariano Rajoy, quien también publica un artículo donde afirma que en "la España de hoy no hay lugar para radicalismos ni rupturas".
En el artículo de Rajoy, titulado "La mejor España de la historia", el presidente señala que el principal fruto de la Transición fue la Constitución de 1978, que se ha revelado como "un marco privilegiado" para la convivencia.
También para el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, los 40 años transcurridos suponen "la época más importante de la historia de España" mientras que el Defensor del Pueblo elogia los valores que permitieron la Transición.
No obstante y desde esta institución, Soledad Becerril lanza una advertencia frente a los populismos y los nacionalismos que pueden llevar a España "a retroceder a tiempos que más vale no repetir".
En el mismo tono de advertencia se sitúa la ministra y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien comenta que hace 40 años los españoles "tuvimos un gran acierto. No hagamos que se malogre".
Mientras, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, pide a España que no se duerma "en los laureles" celebrando "lo bien que se ha hecho todo". Hay muchas reformas pendientes para seguir avanzando hacia otros cuarenta años de "bienestar y prosperidad", dice el líder de la formación naranja.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, rememora que para la sociedad de entonces esas elecciones fueron "una revolución, un cambio" y todos se sentían muy orgullosos de formar parte de la democracia europea. Y hoy, dice, con una democracia "profundamente consolidada", se abre la oportunidad de "mejorarla y profundizar, siendo autocríticos con algunos aspectos que no nos gustan".
Desde el sindicalismo, la valoración es más contundente y UGT demanda revisar la Constitución para adaptarla a la sociedad y mejorar también los mecanismos que garantizan su cumplimiento y los cauces de participación democrática