Buenaventura, que ha aceptado declarar a todas las partes del juicio del saqueo del Palau de la Música excepto a la acusación popular, ha reconocido que Ferrovial aumentó sus aportaciones a la entidad cultural para darse a conocer en Cataluña, lo que le permitió que en siete años la constructora pasara a facturar de cero a 200 millones en esta comunidad.
"Rotundamente no", ha respondido el exdirectivo cuando el fiscal le ha preguntado si las millonarias aportaciones al Palau enmascaraban pagos ilícitos a CDC a cambio de adjudicaciones de obras públicas como la Ciudad de la Justicia o la línea 9 del metro.
El exdirectivo, asimismo, ha dicho no tener explicación a varias cartas incautadas en el Palau de la Música -que tienen como destinatario o remitente a Ferrovial- y en las que figuran expresiones como "esfuerzo", "presión para las adjudicaciones" o alusiones a licitaciones de obras públicas.
Buenaventura ha justificado que se reuniera a menudo con el expresidente del Palau de la Música por los "problemas" que a su parecer estaban provocando las obras de reforma de la entidad, que subvencionaba Ferrovial, y ha admitido que su predecesor en el cargo, Rafael Puig-Pey, le había dicho que Millet podía tener "contactos en la Generalitat".