Indefensión. Es lo que viene denunciando la Asociación de Diplomáticos Españoles, mayoritaria en la carrera, ante los últimos ceses de embajadores por parte del ministro de Exteriores. Por eso es importante que “haya un Reglamento de la carrera diplomática que establece cuáles son los plazos normales para un embajador destinado en un país, que normalmente son cuatro años si no ha cometido una falta grave o infracción”, reitera el presidente de este colectivo, Alberto Virella. “Y si la ha cometido”, añade, “que se abra un expediente abierto y público”.
Sin respuesta del ministro
El último Reglamento, del gobierno de Rajoy, lo anuló el Supremo en 2017 alegando que no se había pactado con los sindicatos. Subsanado ya ese error, explican desde la asociación, el texto vuelve a estar listo. Lo está desde hace un año, a falta del visto bueno del Consejo de Ministros. Virella lamenta que no se les hayan hecho llegar los detalles, un signo más de la “pobre interlocución con el Ministerio”, que se ha traducido en la falta de respuesta directa por parte del ministro a la carta de hace un mes, en la que los diplomáticos mostraban su malestar, y en la falta de atención a carencias importantes en el Servicio Exterior.
“No se están solucionando problemas que son graves no solo para nuestra organización, sino para que podamos cumplir con nuestras funciones; la principal de ellas: servir a los españoles en el exterior”, expone Virella. Entre esos problemas, la Asociación ha detallado la falta de medios y de personal, lo que, en consulados tan grandes como el de Buenos Aires (que atiende a 800.000 españoles) está generando retrasos en trámites básicos, como la extensión de visados, la concesión de nacionalidad o el voto a distancia en las elecciones.
El PP pide explicaciones por el cese de embajadores
Los diplomáticos han llevado este martes todas estas demandas hasta la Comisión de Exteriores del Senado, aunque solo les han recibido senadores del PP, que también se han hecho eco de la situación en el Pleno de la Cámara Alta. “Tiene usted al cuerpo diplomático y al personal del ministerio en pie de guerra contra usted; hablan de arbitrariedad en el Ministerio, de falta de reglas, de comportamiento despótico”, le ha espetado el senador del PP, Íñigo Fernández García a José Manuel Albares, a quien ha pedido explicaciones por el cese del embajador en Croacia, “después de publicar artículo opinión elogiando al Rey Felipe VI”, del embajador en Bélgica –“después de dormirse en discurso del ministro”- y del de Corea del Sur “por reunirse con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso”.
Eludiendo entrar en el fondo de la cuestión, el ministro de Exteriores se ha defendido exigiendo a la oposición que “no estorben”, que “abandonen el intento de politizar la carrera diplomática” y que “dejen a los funcionarios tranquilos”. Y ha presumido de haber subido el salario al personal laboral en el exterior, de haber abierto cuatro nuevos consulados y de haber ampliado la plantilla del personal en el exterior en 150 personas.