El expresidente del Gobierno Felipe González ha recordado en una entrevista en Espejo Público al que fuera presidente del Congreso de los Diputados Manuel Marín, quien falleció este lunes tras una larga enfermedad. De Marín ha dicho que era "un tipo sabio" al que conoció muy joven y que era el "típico español, europeísta y con fuertes convicciones".
Preguntado sobre la decisión del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena de retirar la orden de búsqueda de Carles Puigdemont y los exconsellers que permanecen con él en Bruselas, González considera que es inteligente porque lo que quiere es interrogarles y de esta manera "no tienen ninguna excusa para comparecer". De esta manera, si se niegan a declarar, "serán fugados del Tribunal Supremo", señala.
Felipe González señala, en alusión a las declaraciones de los exconsellers ante el juez, que "dicen que no va a haber un nuevo intento de romper la Constitución aunque seguirán defendiendo sus ideas de independencia", pero indica que "al mismo tiempo escuchamos las mismas declaraciones en sentido contrario", a lo que él responde que "en España no es obligatorio estar de acuerdo con la Constitución" porque "uno puede criticar la Constitución y puede querer cambiarla, lo que no puede es vulnerarla", subraya.
En cuanto a la decisión de Podemos de recurrir ante el Tribunal Constitucional la aplicación del artículo 155, Felipe González dice que le parece bien pero considera que "creo que habría que ser más prudente en la permanente judicialización de la política" porque "cuando se judicializa la política es inevitable que se acabe politizando la Justicia".
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Preguntado sobre cómo hubiera actuado él ante el desafío soberanista catalán y cuándo hubiera aplicado el artículo 155, González asegura que él "hubiera intentado diálogo para resolver el conflicto" y subraya que en el momento en el que Artur Mas convocó una consulta, estaba cometiendo ya una deslealtad al Estado.
González matiza que en el momento en el que Mas convocó la consulta, le hubiera suspendido para "no entrar en la línea de procesamientos" que se vive ahora en España.
El expresidente indica que los días 6 y 7 de septiembre, cuando el Parlament de Cataluña aprobó la Ley de Transitoriedad y la Ley del Referéndum, era el momento para aplicar la ley y subraya "no hay Democracia contra la ley, sí la hay para reformar la ley".
Preguntado sobre si los veteranos del PSOE tuvieron que convencer al líder de los socialista, Pedro Sánchez, para que apoyara la aplicación del artículo 155, González señala que no es cierto porque "no he tenido comunicación con Sánchez en este tema" y añade que su opinión sobre este conflicto se la dio a Mariano Rajoy hace tres años, porque desde entonces "no he vuelto a hablar con él".
"La fractura de la sociedad catalana es un hecho"En cuanto al barómetro del CIS, que da un empate de escaños entre ERC y Ciudadanos, González considera que "la política se ha hecho demasiado líquida y todo puede cambiar en 15 días o en un mes" y cree que lo que refleja fundamentalmente esta encuesta "es que la fractura de la sociedad catalana en dos mitades es un hecho histórico nuevo que tiene responsables".
González explica que sea cual sea el resultado de las elecciones 21-D, "la primera tarea es considerar a todos los catalanes con la fraternidad necesaria para respetar la convivencia", algo que cree "nos va a costar muchos años", más incluso que "el cumplimiento de la legalidad".
Señala además que quienes han gobernado Cataluña "no van a romper ni la legalidad estatuaria ni la legalidad constitucional" y explica que "aunque el 'procés' no ha terminado como tal porque tiene muchas variantes" lo que ha acabado es la idea de proclamar la república catalana.
Preguntado sobre una posible reforma de la Constitución española, González señala que la Carta Magna "tiene defectos y tiene que ser corregida y reformada", pero considera que hay que hacerlo "comparándola con las constituciones coetáneas". Indica además que lo extraño es que estas modificaciones no se hayan producido con mayor facilidad y critica que haya políticos que digan que hay que reformar solo un punto de la Constitución.
[[DEST:"Ningún país desarrolla un marco constitucional para destruirse a sí mismo"]]
González asegura que la Constitución española resiste el análisis con las más avanzadas del mundo, aunque "se queda vieja en muchas cosas", como en la estructura territorial.
Respecto a si cabría un encaje distinto para Cataluña, González considera ilógico que se pretenda incorporar el derecho de autodeterminación a la Constitución porque "ningún país desarrolla un marco constitucional para destruirse a sí mismo y el derecho de autoderminación es la destrucción".
Preguntado sobre las elecciones catalanas del 21 de diciembre, González asegura que "Iceta es uno de los políticos más brillantes de la realidad catalana y española" e indica que "es el 'Messi' de la política catalana", aunque considera que "debería mirar un poco más a puerta para meter goles".
González no se atreve a hacer un pronóstico de cara al 21-D aunque señala que lo que le importa es que "el Gobierno que salga estará obligado a respetar las leyes incluso si quieren cambiarlas" y lo que le preocupa es que "hay dos dimensiones del problema que se han escapado de la política", en relación a las causas judiciales que se han abierto contra los políticos independentistas.
Sobre la situación de Venezuela: "Maduro quiere escapar al control de sí mismo"El expresidente del Gobierno, muy comprometido con la causa de la oposición venezolana, ha valorado al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, de quien dice "es un tipo magnífico" que ha estado "dos años y medio secuestrado sin que un tribunal diga nada".
Respecto al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, critica que quiera poner en marcha una moneda virtual, aunque considera que de esta manera "dejará en paz al bolívar, que lo ha devaluado tanto que ya no vale nada".
Sobre la moneda virtual, González indica que "la intención de las monedas virtuales es escapar a los controles de los poderes públicos", algo que considera paradójico porque esto significa que "quiere escapar al control de sí mismo desde el punto de vista monetario".