Las tensiones internas dentro del PSOE por culpa de la Ley de Amnistía siguen creciendo. El último capítulo ha sido la apertura de un expediente a Javier Lambán, senador y líder de los socialistas en Aragón, después de que se ausentara este miércoles en la votación sobre la medida gracia en el Senado.
Tras estos hechos no han tardado en salir algunas de las voces críticas dentro del partido en defensa de un Lambán que podría enfrentarse a una multa de hasta 600 euros, como ya le ocurrió a Carmen Calvo en 2022 por saltarse la disciplina de voto en la Ley Trans.
En la tarde de este mismo jueves el ex presidente del Gobierno, Felipe González, y el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, han arropado al aragonés en la presentación de su libro de memorias 'Una emoción política' en la que también han estado otros importantes ex dirigentes socialistas como Alfonso Guerra o Nicolás Redondo.
González ha destacado que Lambán "es un ejemplo de lealtad al proyecto que representa el Partido Socialista" y ha señalado que si el partido le termina sancionando le estarán sancionando también a él.
Contundente en su defensa ha sido también Emiliano García-Page, que ha apostillado que habría sido más radical que el aragonés. "Yo no soy diputado ni senador y casi me alegro. Yo habría sido más radical" ha dicho recordando que estos "no pueden ni deben recibir consignas".
El propio Lambán ha explicado a la dirección del grupo parlamentario socialista en el Senado que no quería participar en la votación por su oposición a la norma y que tampoco quería oponerse a la decisión del partido.