El fiscal general decidió, en contra del criterio de las fiscales del caso, no acusar al presidente de esa comunidad, Pedro Antonio Sánchez, a quien el juez de la Audiencia Nacional atribuye delitos de cohecho, fraude y revelación de información. Tres meses después de su nombramiento, los grupos de la oposición, en especial el PSOE y Unidos Podemos, sopesan pedir su dimisión si no les convencen sus planteamientos sobre su actuación en la rama murciana del caso Púnica.
José Manuel Maza consideró que no hay responsabilidad penal de Sánchez por intentar contratar los servicios de la trama Púnica para mejorar su reputación, dado que esos contratos no se firmaron y no hubo daño a las arcas públicas. La mayor parte de los partidos de la oposición reclamó explicaciones sobre esa decisión, que Maza afirmó haber tomado "con toda honestidad", apoyado en informes técnicos y sin recibir ningún tipo de presión. La oposición también quiere escuchar las explicaciones de Maza sobre la posición de la Fiscalía respecto a otro cargo del PP, el expresidente de La Rioja y actual vicepresidente del Senado, Pedro Sanz, en relación con la construcción de un chalé en terreno protegido.
Pero desde que se fijó la comparecencia de Maza ha ocurrido otro hecho relevante, la renovación de la cúpula fiscal con la elección de Manuel Moix en Anticorrupción, el relevo de Javier Zaragoza por Jesús Alonso en la Audiencia Nacional y la sustitución del fiscal superior de Murcia, Manuel López Bernal. Unos cambios que el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, tachó de "purga masiva". La Mesa del Congreso ha dado el visto bueno a la petición del grupo socialista para que el fiscal informe a la Cámara de los criterios seguidos en esos nombramientos.