El ministerio público ha explicado en un comunicado que esas actuaciones pretenden subvertir el orden constitucional y que la Fiscalía, como garante del mismo, "actuará con contundencia" para llevar a sus autores ante la Justicia.
A su juicio, las acciones llevadas a cabo por los autodenominados CDR "pudieran constituir delitos de rebelión, malversación y otros delitos contra el orden público".
Durante ayer y hoy, un grupo de activistas han ocupado varios peajes, como el de la autopista AP-7 a la altura de La Roca del Vallès (Barcelona) y otros puntos de la provincia de Tarragona, o el de la C-32 a la altura de Sitges (Barcelona), en dirección a la Ciudad Condal, y han levantado las barreras para permitir que los vehículos puedan circular sin tener que pagar.
Unas actuaciones que, según la Fiscalía, "ponen en peligro no solo la paz pública y el orden constitucional, sino la misma esencia del sistema democrático".
Por ello, y aunque el ministerio público no ha especificado cuántas diligencias ha abierto por el momento, sí que ha precisado que la Fiscalía de la Audiencia Nacional, "con el apoyo de la Fiscalía General del Estado", investigará junto a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado "estas conductas, más allá de las meras y concretas acciones individuales".
"No puede obviarse -continúa la Fiscalía en su comunicado- el hecho de que con su actuar lo que se pretende es la subversión del orden constitucional, amparando y ensalzando con violencia a personas judicialmente investigadas por los más graves delitos que pueden darse en un Estado social y democrático de Derecho, como es la rebelión".
Estas protestas son parte de la campaña promovida por estos grupos de acción independentistas para la Operación Retorno de Semana Santa, que culmina hoy, con el objetivo de que los conductores se saltasen los peajes.
"Durante esta Operación Retorno de Semana Santa, vengas de donde vengas, no pagues ningún peaje", señala uno de los mensajes que los CDR ha difundido en los últimos días en su cuenta oficial de Twitter, acompañados de lemas como "No tendrán a quién mandar, si nosotros desobedecemos".
Otra de las acciones de protesta tuvo lugar ayer cuando cortaron la carretera C-13 a la altura de Térmens (Lleida) para celebrar una "procesión" independentista, con cruces amarillas y un paso de Semana Santa en el que portaban una urna como las utilizadas en la votación del referéndum del 1-O.
Además, en la AP-7 a la altura de L'Hospitalet de l'Infant (Tarragona), los activistas desplegaron una pancarta en la que se leía "Bienvenidos a la república catalana".