Madrid |
La rebaja de rebelión a sedición no ha supuesto, sin embargo, un excesivo cambio en la petición de la pena principal. La Fiscalía solicita diez años de cárcel para el mayor Trapero y los jefes políticos de los Mossos, Cesar Puig y Pere Soler, además de diez años de inhabilitación absoluta.
Alternativamente, el fiscal Miguel Ángel Carballo, le ha ofrecido al tribunal la posibilidad de una condena marcadamente más laxa por un delito de desobediencia si no ve probada la sedición.
"Alternativamente, calificaríamos los hechos como un delito de desobediencia del Artículo 410 del Código Penal que, respecto de los acusados José Luis Trapero, Pere Soler y César Puig, sería la pena de multa de diez meses con una cuota diaria de 200 euros, responsabilidad penal subsidiaria por un día por cada dos cuotas no satisfechas e inhabilitación especial para el ejercicio de cargos públicos, que en el caso de Trapero sería en relación al cargo y la función de Policía".
Inhabilitación especial que les impediría ejercer cargo púbico y en concreto, a Trapero el cargo de Policía, así como los cargos selectivos, tanto estatal como autonómico local.