Tras la disolución de la Cámara catalana por la convocatoria de elecciones el 21 de diciembre en virtud de la ejecución del artículo 155 de la Constitución, hoy se han reunido por primera vez representantes de la Diputación Permanente, el organismo que se activa en los periodos sin actividad plenaria.
Una reunión corta, de unos 10 minutos, en la que los miembros han acordado citarse de nuevo para el miércoles por la mañana, con el fin de cubrir dos vacantes en la Mesa de la Diputación Permanente, que en estos momentos solo está integrada por la presidenta Carme Forcadell, Anna Simó (ambas de JxSí) y José María Espejo-Saavedra (Ciudadanos).
Fuentes parlamentarias han indicado que, salvo sorpresas, los dos puestos vacantes serán para David Pérez (PSC) y Lluís Guinó (JxSí), quienes ya formaban parte de la Mesa del Parlament.
Después de la reunión de la Diputación Permanente con representantes de todos los grupos parlamentarios, Forcadell se ha dirigido a su despacho sin hacer declaraciones a la prensa, manteniendo así su silencio sobre su futuro político, pese a que ERC le ha ofrecido una plaza en su lista para el 21D.
Cuando estaba ya en su oficina, ha entrado un grupo de trabajadores del Parlament, además de exmiembros de la Mesa que declararon ante el TS como Lluís Corominas, Lluís Guinó, Joan Josep Nuet o Anna Simó, para darle la bienvenida y dedicarle un aplauso, después de su declaración ante el TS y la noche que pasó en prisión preventiva.
En el encuentro, que ha sido a puerta cerrada, Forcadell ha dicho estar "orgullosa" de los trabajadores de la Cámara, ha agradecido el apoyo brindado y ha manifestado su compromiso de trabajar para mantener la "dignidad" de la institución, según han explicado fuentes del entorno de la presidenta del Parlament, que han añadido que la ven fuerte pese a la experiencia de la pasada semana y el proceso judicial que le espera.