En una entrevista en Catalunya Ràdio, Forcadell ha expresado en este sentido el "máximo respeto" por las declaraciones de ayer de Joaquim Forn,Jordi Sànchez y Jordi Cuixart ante el Tribunal Supremo, que renunciaron a la vía unilateral, y se ha negado a juzgar "lo que digan personas encarceladas injustamente": "Me da igual lo que digan, lo que quiero es que vuelvan a casa", ha subrayado.
En cuanto a su rueda de prensa de ayer para anunciar que no repetirá al frente del Parlament, Forcadell ha subrayado que su petición de que el próximo presidente de la Cámara esté liberado de procesos judiciales no era "de ninguna manera" un mensaje velado a Carles Puigdemont, que pretende revalidar la Presidencia de la Generalitat pese a que tiene una orden de arresto en España por rebelión y otros delitos.
Y, en este sentido, ha evitado valorar qué debería hacer la próxima Mesa -que se constituirá el día 17- ante una posible investidura a distancia de Puigdemont, que tampoco ha descartado: "Pueden pasar muchas cosas, pero eso lo están discutiendo los partidos políticos", ha dicho.
También ha afirmado que aún no ha visto la petición del PSC a la Mesa actual, aún presidida por la propia Forcadell, para que pida un informe a los letrados sobre la viabilidad de la investidura telemática o por delegación, una solicitud que los socialistas presentan hoy.
Forcadell ha evitado señalar quién debería ser su relevo y ha indicado que el diputado electo de ERC Ernest Maragall, que suena como candidato, "sería un muy buen presidente como cualquier otro" aspirante, al tiempo que ha apostado por una composición "lo más variada" posible de la próxima Mesa.
Preguntada por si entrará en el futuro Govern, ha afirmado que no hace "futuribles", pero ha dicho que "en principio" lo descarta porque su idea es ejercer de diputada, aunque "nunca se puede decir de este agua no beberé".
Tras cerrar un ciclo de presidenta de la ANC y posteriormente del Parlament, Forcadell ha admitido que ha visto "perversión" en la política, por lo que "posiblemente" por esta razón ha "sufrido más" en la segunda etapa, al frente de la Cámara catalana.