Tanto Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, como Sànchez, expresidente de la Assemblea Nacional Catalana, y Forn están en prisión preventiva en el marco de este caso porque el juez los sitúa en el eje central de una supuesta conspiración para la independencia que incluía tumultos violentos y porque cree que hay riesgo de que vuelvan a delinquir.
Según han informado a Efe fuentes judiciales, en función de como se desarrolle la comparecencia, los abogados de los acusados podrían pedir "in voce" al magistrado que los deje en libertad o incluso presentar mañana mismo un escrito para pedir su excarcelación.
Si finalmente el juez no acordara su puesta en libertad, las defensas estudiarían pedir su traslado a una cárcel catalana como ha hecho el expresident Oriol Junqueras.
Los tres acusados han pedido volver a declarar ante el magistrado, tras haberlo hecho hasta ahora únicamente en relación a su situación de prisión provisional, lo que abre la puerta a que puedan entrar en el fondo de su actuación en el proceso soberanista.
Ante esta situación, el juez ha atendido su petición, citándoles para mañana día 11 de enero a las 09.30 horas.
Forn ha sido elegido en la lista del PDeCAT por Barcelona para el Parlament. Sànchez también ha salido elegido diputado autonómico en los comicios catalanes que se celebraron el 21 de diciembre.
El juez sitúa a Forn en el eje decisorio de una eventual conspiración para la rebelión porque sospecha que pudo lograr la pasividad de los Mossos d'Esquadra ante determinadas movilizaciones callejeras relacionadas con la Declaración Unilateral de Independencia. Y considera a Sánchez posible promotor de los tumultos ocurridos.
Llarena decidió el pasado 4 de diciembre que el exvicepresidente Oriol Junqueras, Joaquim Forn y los líderes de ANC y Òmnium Cultural siguieranen la cárcel, provisionalmente, para evitar que vuelvan a incitar a una "explosión violenta" en el proceso independentista.
Ese mismo día Llarena decidió dejar en libertad bajo fianza de 100.000 euros a seis exconsellers catalanes, no por considerar que existiera en su caso menor riesgo de que volvieran a delinquir, sino por creer que las consecuencias de que ellos lo hicieran serían menos graves.
Los Jordis entraron en prisión preventiva el pasado 16 de octubre y los exconsellers el 2 de noviembre, imputados por un delito de rebelión por su participación en el proceso hacia la declaración unilateral de independencia, además de otros delitos.