Durante dos días van a comparecer ante un tribunal de París los que fueran los últimos cabecillas de ETA detenidos en 2015, aunque finalmente la Justicia francesa sólo les va a juzgar por pertenencia a banda terrorista y no como dirigentes, cargos por los que fueron imputados en un principio, ya que los jueces instructores consideran que las pruebas no son concluyentes, lo que les hubiera valido hasta 20 años de cárcel.
Pla y Sorzábal tienen varias extradiciones pendientes en España por participación en atentados y se cree que fueron los encapuchados encargados de anunciar en 2011 el fin de la lucha armada.
Este podría ser el último juicio a ETA en Francia puesto que ya no quedan miembros de la banda en prisión pendientes de ser juzgados.