EFECTOS TRAS LA JORNADA DEL SENADO

Los frentes abiertos de Sánchez tras el pulso de sus socios: de Junts y Podemos a la inquietud en las comunidades

EFE

Madrid |

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. | EFE/FERNANDO VILLAR

Los efectos colaterales de la jornada de infarto que se vivió en el Senado, con la votación de los decretos del Gobierno y los acuerdos alcanzados con Junts, no han tardado en aflorar y presentan un escenario político en el que se multiplican las implicaciones de lo ocurrido.

El pleno del Congreso -celebrado en el Senado por las obras en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo- convalidó dos de los tres importantes decretos a votación gracias a un pacto in extremis del PSOE con la formación liderada por Carles Puigdemont que ha dejado ya varios frentes abiertos al Gobierno.

Pero no sólo las repercusiones de los acuerdos han salido a la luz. Un día después de lo ocurrido en el Senado son aún más visibles los 'efectos secundarios' de lo que se acordó y cómo se acordó, pero también de lo que no se acordó y con quién. Porque el tercero de los decretos, el que no se convalidó, era obra de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, y quienes impidieron que saliera adelante eran los diputados de Podemos.

Por su parte, el resto de socios de investidura también analizan con detalle lo que consiguieron desde Junts para lanzarse a pronunciar el "¿Qué hay de lo mío?".

Los frentes abiertos tras el pulso de los socios de Sánchez

Las exigencias de ERC

El primero a la cola para pedir explicaciones al Gobierno por el pacto con Junts ha sido ERC. Su consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha contactado con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para pedirle concreciones sobre el traspaso de las competencias sobre migración, que deberá gestionar el Govern.

"Exigimos saber qué se ha pactado, porque con quien deberá pactar la letra pequeña es con quien gobierna en Cataluña", avisan desde el Palau de la Generalitat. ERC ha rebajado además el acuerdo, al considerar que solo contempla "compromisos difusos" y han dejado claro que lo ocurrido el miércoles no afecta a su estrategia de negociación con el Gobierno porque ellos están "en cuarto de negociación con el PSOE, no en primer curso".

El frente competencial con las comunidades

Pero no solo el Gobierno catalán ha alzado la voz en el día después del acuerdo. El Gobierno canario ha solicitado una reunión urgente de la comisión sectorial de inmigración y el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reclamado que se transfiera "ya" a Euskadi las competencias sobre migración tras el pacto alcanzado entre Junts y el PSOE.

Mientras en Moncloa insisten en que es una delegación de competencias, que no traspaso, han sido muchas las comunidades que han mostrado su inquietud sobre el alcance de esta decisión y del resto de lo pactado.

Barones autonómicos del PP han exigido de inmediato la convocatoria urgente de la Conferencia de Presidentes al considerar que los acuerdos "pisotean" la igualdad entre los españoles.

La vendetta de Podemos al subsidio de Yolanda Díaz

Podemos no dejó escapar la primera oportunidad que se le presentaba para cobrarse los desplantes que creen que le ha infringido Yolanda Díaz en estos meses y lo hizo con el decreto del subsidio de desempleo, impulsado por la vicepresidenta, quien ha salido tocada de esta batalla.

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Las justificaciones de Podemos sobre su voto en contra no han frenado la indignación de sus excompañeros, que hablan de "juego de vendetas", en el caso de la portavoz parlamentaria, Marta Lois, o Aína Vidal, de los comunes (integrados en Sumar), que también cree que se trata de una venganza al afirmar que ni Pablo Iglesias ni ningún otro líder del partido "con inquina personal hacia Yolanda Díaz" tiene derecho a jugar "con el pan de la gente".

Incógnita de Podemos para futuras votaciones

Los cinco escaños de la formación morada demostraron su peso en la votación y sirvieron como llamada de atención a Díaz... y a todo el Gobierno.

Una llamada de atención que la exministra de Igualdad y secretaria Política de Podemos, Irene Montero, ha resumido en una frase: "Si en el Gobierno sólo manda Pedro Sánchez, en el Parlamento no".

La ofensiva del PP

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado por su parte una "ofensiva política, social y judicial sin cuartel y sin descanso" contra la "extorsión" del líder de JxCat, Carles Puigdemont, a la que a su juicio cede el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

En rueda de prensa desde la sede de su partido, el líder del PP ha anunciado que su equipo evalúa "hasta la última coma" de los reales decretos convalidados para intentar poner "coto en los tribunales a cada decisión adoptada por Sánchez".

Feijóo ha anunciado además que el próximo 28 de enero el PP volverá a la calle, concentrándose en Madrid, "para decir alto y claro que a este país no lo extorsiona nadie", que pedirá la comparecencia del jefe del Ejecutivo en el Congreso y que volverá a llevar iniciativas a los ayuntamientos y parlamentos autonómicos para que todos los representantes se posicionen sobre lo acordado de forma "clandestina". Junts "nunca pedirá menos" y "el PSOE" siempre pagará más, ha alertado.

Sabor agridulce en el PSOE: "No podemos seguir al límite"

Aún con el susto en el cuerpo tras las horas de incertidumbre vividas en el Senado, los socialistas respiraban aliviados, aunque algunos diputados avisan de que no pueden seguir "al límite" y defienden reorientar la política de pactos.

Durante el pleno la mayoría de diputados socialistas mantuvieron hasta el final la incógnita sobre el resultado de las votaciones. Tanto parlamentarios como miembros de la dirección del grupo aseguran a EFE que no recibieron ninguna información al respecto, más allá del mensaje de que no había que perder la esperanza.

Aunque el sentir general en el PSOE tras la sesión es positivo, ya que destacan que lo importante es que fueron aprobados dos de los tres decretos, algunos socialistas conservan un sabor agridulce ante las dificultades de avanzar en la legislatura por depender de formaciones tan imprevisibles como Junts.

"Hay que bajar el pistón, no podemos seguir al límite", comenta un miembro de la dirección del grupo parlamentario socialista, que cree que el Gobierno debe tomar nota de lo ocurrido para tratar de negociar con los grupos con antelación suficiente.