A Emiliano García Page se le entiende solo con verlo. Su lenguaje gestual es tan rotundo como lo que dice. Gesto duro, altivo y mueca casi de asco cuando le preguntan por la Ley de Amnistía. Y al oír sus palabras, peor aún: "Si algo ha quedado claro estos días (tras la votación fallida de la Ley de Amnistía) es que la ruptura del marco de convivencia tiene un nombre y un apellido: Carles Puigdemont está en el origen de esa ruptura y no solo con España sino dentro de Cataluña" .
García Page, de perdidos... al río
Pero en su última comparecencia desde la localidad toledana de Seseña, el presidente autonómico y único barón crítico con Pedro Sánchez por su pacto con los independentistas, parecía asumir el dicho "de perdidos al río" y aceptar La Ley de Amnistía como mal menor "al menos para que (Puigdemont) no nos deje en ridículo, porque eso ya sería el colmo"-respondía resignado.
El líder socialista castellano-manchego se mostraba por lo demás casi indiferente con lo que está pasando hasta el punto de ventilar la pregunta ¿cree que el gobierno de Pedro Sánchez va a seguir negociando con Junts? Con la respuesta: "No lo sé, ni la más mínima idea”. Para después añadir “...pero Puigdemont hace todos los esfuerzos del mundo para humillar a nuestras instituciones..."
Page sigue subiendo en los sondeos
García Page iba más allá de esa y otras preguntas dirigidas hacia la actual situación del gobierno pendiente de un acuerdo in extremis con Junts sobre la amnistía. Así, negaba la mayor señalando que está en contra "absolutamente de todo lo que está haciendo el gobierno con sus pactos con Junts per Cataluña, haga lo que haga". Pero añadía y con intención -no es la primera vez que lo hace- que "tampoco tiene interés en analizar cuál será el futuro de la legislatura española porque él solo me mido por la mía .Y aquí vamos a estar cuatro años".
Unas palabras que suponen un reto al propio Sánchez tocando donde más puede doler: en las mayorías absolutas que elección tras elección logra el líder castellano-manchego y a las que nunca ha podido aspirar el presidente del gobierno. Unas palabras que pronuncia además después de la última encuesta (Electomanía) en su comunidad que reflejan una subida en dos escaños más que en las pasadas elecciones autonómicas. En porcentaje, el PSOE de Castilla-La Maacha tendría una intención de voto del 47,4 %. Eso supone 2,34 puntos más que en las elecciones del 28M.