El secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha hablado con Susanna Griso en Espejo Público horas antes de reunirse con Pedro Sánchez para analizar la situación postelectoral. Cree que tras las elecciones del 26-J han cambiado las cosas respecto a los comicios que se celebraron en diciembre. Para García- Page lo más razonable es que el Congreso de los diputados dé el Gobierno al partido del que se sienta más cerca ideológicamente.
Cree que el PP ha crispado a las bases del PSOE hablando desde el primer momento de formar una gran coalición. "No es normal que desde el minuto uno después de las elecciones comiences a acosar a tu adversario natural", apunta. Considera que el PP ha presionado demasiado al PSOE para llegar a un acuerdo y que Rajoy ha planteado la opción cómoda. Le sorprende la estrategia de Rajoy y piensa que tendría que pactar con el Gobierno vasco, el PNV y el Gobierno catalán. Si logrará los apoyos de estas agrupaciones cambiaría el panorama pero "si va solo sin haber conseguido más apoyos está proponiendo un matrimonio imposible", destaca.
El socialista critica la maniobra de Rajoy tras las elecciones. "Resulta una maniobra burda y un poco tramposa. Si pactamos nos echamos en contra a los votantes y si no pactamos nos hacen responsables del bloqueo político", matiza.
No cree que la decisión que tome este sábado el Comité Federal del partido sea decisiva. Piensa que habrá más comités y que "aún hay demasiada niebla para saber cuál será el mejor camino". Para García- Page el PSOE tiene claro que su objetivo es ocupar el principal papel de la oposición pero "reconstruyendo la alternativa política".
Sobre las declaraciones de Felipe González en las que anima al PSOE al diálogo con Rajoy, cree que el expresidente tiene autoridad suficiente para que sus reflexiones sean tomadas en cuenta. Sostiene que el problema de fondo para la imposibilidad de que PSOE y Podemos pudieran ponerse de acuerdo es el independentista. "Tenemos un concepto distinto de país", matiza.