"Es evidente que habiendo elecciones convocadas es muy complicado, mucho más difícil que en condiciones normales, que haya negociaciones entre partidos políticos porque una elección significa una confrontación y esperar a que el ciudadano se pronuncie", ha reflexionado García-Page.
A preguntas de los periodistas tras la firma de un convenio de colaboración con el presidente de la Fundación Europea para la Sociedad de la Información, Enrique Barón, el presidente castellanomanchego ha apostado por "ir paso a paso" en "este batiburrillo político electoral en el que puede pasar un poco de todo".
Ha dicho que entiende que "haya gente que se quiera colocar en lo que vaya a hacer el PSOE u otro partido político el último minuto del último día", pero -ha continuado- "eso no es inteligente".
"Nosotros tenemos derecho también a ir madurando nuestras propias posiciones, en función de las muchas circunstancias que están pasando en España que son desconocidas", ha aseverado García-Page, quien también ha apuntado "la eventualidad" de lo que ocurra en Cataluña porque la moción de confianza planteada "puede desembocar en cualquier cosa, incluso en elecciones catalanas".
"Si por coherencia no se puede prestar el apoyo a un partido muy contaminado por corrupción, recuerdo que hay otros interlocutores que incluso se permiten el lujo de llamar a la puerta, que tienen tanta o más corrupción en sus filas", ha aseverado.
Un hecho que ha dicho que le "lleva a pensar que el PSOE no es el responsable del fracaso de Rajoy", sino que "está siendo coherente con su alternativa, la que necesita el país".
Así, ha afirmado que se atreve "a pensar que algunas de las presiones que se están recibiendo lo único que consiguen es asentar más la idea en las bases de la organización y radicalizar más en las bases de la organización una posición de rechazo".
"Incluso si me apuran, por amor propio", ha añadido García-Page, quien ha agregado que, "a veces, las presiones que ha hecho Rajoy van más pensando en hacer daño al PSOE que en pedir su ayuda".
"Piano, piano, paso a paso, no está escrito el final. No sabemos a ciencia cierta nadie lo que va a pasar", ha aseverado García-Page, quien ha opinado que "no hay que tener miedo al Comité Federal" y ha apuntado la posibilidad, "en un momento determinado", dé "un punto de reflexión añadida".
En este sentido, ha ofrecido a Pedro Sánchez su disposición personal para el "diálogo" o las "conversaciones" que "sean necesarias para cuajar una opinión lo más seria con España y con el PSOE" y ha opinado que "Rajoy lo va a intentar, seguramente cuando pasen las vascas".
No obstante, ha advertido: "A ver si por evitar terceras elecciones somos capaces de hacer cualquier barrabasada".
Con ello, ha defendido que la posición del líder socialista, Pedro Sánchez, y su grupo parlamentario es "coherente con lo aprobado en el Comité Federal" y "tan coherente tendrá que ser la posición de Madrid, de Ferraz y del Comité Federal con el rechazo al PP como con todo lo demás que dice la resolución", ha aseverado.
Para García-Page, el rechazo a la derecha del PP, les tiene "que llevar a rechazar a otras derechas, aunque sean nacionalistas o independentistas".
Con ello, ha insistido en que es "inaudito" lo que ocurre ahora en España, lo que ha dicho que "no significa que esté mal por sí mismo", sino que es "desconocido" y evidencia que "existen imprevisiones constitucionales ante estas circunstancias", ante lo que ha apostado por un cambio en la legislación constitucional.
"No digo que la culpa sea de unos u otros, sino que hay vacíos constitucionales porque esta situación era imprevisible", ha afirmado el presidente autonómico, quien se ha mostrado preocupado por las consecuencias de la situación actual, que puede provocar "que se produzca una profunda desesperación y decepción social".
Para evitar esta circunstancia, ha pedido como dirigente político que la posición del partido "sea entendible, lo más pedagógicamente entendible".