"Ante una situación, el Gobierno aplicará todas las posibilidades que tiene para que esa ilegalidad no se produzca. Es nuestra obligación y nuestro deber y así lo haremos", ha subrayado el ministro de Educación, Cultura y Deportes.
Íñigo Méndez de Vigo ha realizado estas declaraciones a preguntas de los participantes en el curso "Prensa y Poder", que durante esta semana se celebra en la Ciudad de la Educación de San Gabriel, en Aranda de Duero (Burgos), donde ha pronunciado la conferencia inaugural.
El también ministro de Educación y Cultura se ha mostrado una vez más convencido de que el referéndum anunciado para el 1 de octubre no se celebrará porque es ilegal.
Por ello, ante el órdago independentista, Méndez de Vigo ha insistido en que desde el Gobierno siempre se ha ofrecido a la Generalitat "diálogo, diálogo y diálogo, sin fecha de caducidad pero siempre dentro de la ley".
Frente a este ofrecimiento, el ministro ha lamentado que se hayan encontrado con la silla de Cataluña vacía en la Conferencia de Presidentes y la negativa de Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, a exponer en el Congreso de los Diputados su proyecto.
"Para bailar un tango son necesarios dos, y si el otro lo único que quiere es referéndum sí o sí, es muy difícil encontrar un diálogo o soluciones", ha subrayado Méndez de Vigo.
Por otra parte y, aventurando una sucesión de condiciones como que se produzca una reforma constitucional que permita la consulta y que el resultado fuera favorable a la desconexión de Cataluña con España, ha advertido de que el nuevo estado catalán quedaría fuera de la Unión Europea.
Una realidad que, ha asegurado, puso en evidencia por primera vez Romano Prodi en 2005 y que, desde entonces, se ha mantenido invariable.
"Los tratados europeos se aplican solo a los países que forman parte de la UE. Y si Cataluña fuera un estado independiente, evidentemente no estaría dentro porque sería un estado nuevo y requeriría una modificación de los tratados", ha incidido.
