En apenas una hora, se ha embalado la obra y se ha cargado en una furgoneta de transportes que ha partido en dirección al Monasterio de Sijena (Huesca). Según han informado desde el Museo de Lleida, en esta ocasión no ha habido ningún despliegue policial y el traslado se ha realizado con total normalidad.
Asimismo, en el exterior del museo no se ha producido esta vez la presencia de manifestantes y tan sólo se han congregado algunos periodistas encargados de cubrir la información. La pieza data del siglo XVIII y no pudo ser trasladada el pasado 11 de diciembre de 2017 por haberse perdido su rastro durante las obras del Palacio Episcopal de Lleida.
Días después, se localizó en las dependencias del Obispado de Lleida y se trasladó hasta el museo a la espera de su traslado a Sijena con el resto de las 44 obras, tras ser ordenado por un juzgado de Huesca.