El Gobierno no asistirá a la toma de posesión de Quim Torra como president por entender que desde la Generalitat se le ha intentado "imponer el nivel de la delegación gubernamental", algo que no se ha aceptado.
Además, el Ejecutivo considera que el modelo de acto organizado por la Generalitat degrada la propia dignidad de la institución, según han informado fuentes de Moncloa.
Torra tomará posesión como 131 presidente de la Generalitat en un acto "sobrio", con pocos invitados y de esencia administrativa en el Palau de la Generalitat como pretende el propio Torra. Por primera vez no se llevará a cabo en el Saló Sant Jordi ni habrá los tradicionales invitados --en la de Carles Puigdemont hubo unos 400--.