El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Gobierno da luz verde a un nuevo estado de alarma tras la petición de once Ejecutivos autonómicos, siete de ellos socialistas, con el objetivo de tener cobertura jurídica suficiente para agilizar y endurecer las restricciones de movilidad y poder, así, hacer frente al incremento de contagios de la Covid-19.
Se trata del cuarto estado de alarma de la democracia y el segundo desde el inicio de la pandemia, y la decisión ha sido tomada después de que once Ejecutivos autonómicos lo hayan solicitado en cascada desde el viernes para poder contener la expansión del virus en esta segunda ola.
Los Ejecutivos autonómicos que han pedido el estado de alarma ante la alta incidencia de contagios en sus territorios son País Vasco, Cataluña, Cantabria, las comunidades gobernadas por el PSOE de Asturias, Extremadura, La Rioja, Navarra, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Baleares, así como la ciudad autónoma de Melilla. De momento, ninguna comunidad autónoma gobernada por el PP ha solicitado la declaración del estado de alarma, aunque Castilla y León sí ha recurrido a medidas drásticas como el toque de queda, y Madrid ha prohibido las reunionesentre no convivientes durante la noche.
El texto del nuevo real decreto ley ha sido redactado por la Vicepresidenta Primera del Gobierno, Carmen Calvo, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y marca unas normas mínimas que las autonomías deberán cumplir, aunque deja la puerta abierta a que los presidentes autonómicos incorporen medidas adicionales para controlar la pandemia. Asimismo, el decreto aprobado este domingo tendrá una duración de 15 días, pero el texto recoge la necesidad de ampliarlo durante un periodo más largo (hasta el 9 de mayo) para evitar, como en el anterior estado de alarma, que el Gobierno solicite prórrogas cada dos semanas en el Congreso.
En ningún caso el Ejecutivo tiene intención de que este nuevo estado de alarma suponga un confinamiento domiciliario como el de marzo, y esta vez las autoridades competentes en la aplicación de la normativa serán las comunidades autónomas.
El nuevo decreto introduce varias novedades con respecto al anterior estado de alarma. Ampara el confinamiento en horario nocturno de once de la noche hasta las seis de la mañana, con la posibilidad de que las comunidades autónomas lo atrasen o adelanten una hora, pero sin que puedan eliminarlo. Canarias, según ha anunciado Pedro Sánchez, quedaría fuera de este 'toque de queda'.
El nuevo estado de alarma contempla también la restricción de reuniones sociales a un máximo de 6 personas no convivientes y la prohibición de viajar de unas comunidades autónomas a otras salvo por causas laborales, médicas o de fuerza mayor que siempre deberán estar justificadas. En todo caso, la decisión última recaerá sobre las comunidades autónomas.
El presidente del Gobierno ha puntualizado que la duración del nuevo estado de alarma, que se debatirá el martes en el Congreso, "no es inamovible" y dependerá de la evolución de la pandemia en España. Sánchez ha explicado también que bajo el paraguas jurídico del estado de alarma las comunidades tendrán la posibilidad de decidir si "confinan el territorio al completo" o "un ámbito territorial inferior".
El Gobierno necesita una mayoría parlamentaria para poder ampliar la duración del estado de alarma, y el presidente ha revelado que ya se ha puesto en contacto con el líder del PP, Pablo Casado, para pedirle que los populares apoyen esta prórroga. Sánchez, que ha señalado que la conversación ha sido cordial, no ha contado la respuesta del líder popular, aunque ha subrayado que los partidos que se consideran de Estado "deben apoyar esta medida", porque es eficaz para luchar contra la pandemia.