Es lo que ha expresado el ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, en una entrevista de radio, en la que ha considerado evidente que fue Rajoy quien salió ganador del debate de una moción que interpreta como un suspenso para Pablo Iglesias.
Ante el hecho de que PSOE y Podemos se tendieran puentes para una hipotética nueva moción y ante la intención reiterada hoy por Pedro Sánchez de conseguir "cuanto antes" una mayoría para relevar al PP, Méndez de Vigo ha dudado de que puedan lograr los apoyos necesarios.
Ha recordado que la suma de diputados del PSOE y Podemos da 156, una cifra lejana de la mayoría absoluta, y ha dudado de que pudieran sumar, por ejemplo, a ERC.
Además, le parece muy difícil que Pedro Sánchez (de quien ha dicho que es sabido que quiere ser "presidente a toda costa"), Pablo Iglesias y Albert Rivera puedan formar una coalición de gobierno.
"En la Transición se decía que la política hace extraños compañeros de cama, pero éstos me parecen extrañísimos", ha añadido antes de considerar que no contribuyó a ese hipotético acuerdo la intervención de ayer de Iglesias.
Una intervención en la que ha considerado que "no hizo muchos amigos", trató a Albert Rivera "con una enorme acritud" e "improperios" y provocó un distanciamiento "muy definitivo" con Ciudadanos.
Tras insistir en que no ve en estos momentos que eso sea posible, ha considerado que el hecho de que Iglesias ponga el foco en otra hipotética moción de censura se trata de una "pirueta" para intentar que se olvide su fracaso.
Ante las críticas a la intervención del portavoz del grupo popular, Rafael Hernando, ha subrayado que después de que Pablo Iglesias e Irene Montero pusieran muy alto el listón de las descalificaciones y el desprecio, es normal que todos los demás tendieran a seguir la pauta.
"Cuando se sube el listón desde el primer momento, se descalifica, se veja y se dicen las cosas que se dicen, no es de extrañar que suba el tono de los portavoces", ha recalcado antes de apelar en un día como hoy, en el que se cumplen 40 años de las primeras elecciones democráticas, al espíritu de la Transición.