El presidente catalán, Carles Puigdemont, y el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, han presidido el acto de homenaje a las víctimas del atentado de Vic (Bracelona), que ha contado con unos 300 asistentes y al que han acudido la alcaldesa de Vic, Anna Erra; el presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, José Vargas; la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, María del Mar Blanco; y varios mandos de los diferentes cuerpos policiales.
El ministro Fernández Díaz ha subrayado que el acto de se celebra desde "la unidad política sin fisuras ante el terror".
"La sociedad española no fue siempre justa en los principales años de azote del terror, no respaldando lo suficiente a las víctimas", ha dicho el ministro, que ha recordado que el 29 de mayo de 1991 los terroristas activaron los 200 kilos de explosivos mientras veían a los niños "jugar en el patio" de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Vic.
El ministro del Interior ha recordado que el 29 de mayo de 1991 Rosa María Rosas, de 15 años; Vanessa Ruiz, de 11; Ana Cristina Porras, de 10, y María Pilar Quesada, de 8, murieron "cuando jugaban en un patio perfectamente visible desde donde los terroristas accionaron su bomba con más de 200 kilos de explosivos".
"También murió Francisco Cipriano Díaz, de 17 años, que estaba estudiando en ese momento. De la misma forma, la explosión del coche bomba acabó con la vida de Juan Salas, Maudilia Duque, Juan Chincoa, Ramón Mayo y Nuria Ribó. A todos ellos, y al resto del total de 55 asesinados por la sinrazón terrorista de ETA en Cataluña, así como a las otras 27 personas muertas por otros grupos terroristas, todos les debemos mucho como sociedad", ha señalado Fernández Díaz.
Por su parte, el president Puigdemont ha declarado que "el sufrimiento y sacrificio" de las víctimas del atentado "quedará grabado en nuestra memoria colectiva".
"El crimen de Vic, los nombres y edades de cada víctima y sus esperanzas no las borrará nunca ninguna tregua, ningún desarme ni ninguna disolución", ha afirmado el presidente catalán.
Ha añadido, dirigiéndose a las víctimas y a los familiares de los fallecidos en el atentado, que "a vuestros seres queridos nunca los lloraréis solos", y ha recordado que "se ha pagado un precio alto en vidas humanas" en la lucha policial contra ETA. "Ahora se combate también otras amenazas terroristas que lograremos vencer", ha afirmado Puigdemont.
El president ha indicado que los afectados por el terrorismo interpelan a las administraciones para "hacer una sociedad mejor", mantener vivo el recuerdo de los fallecidos y heridos. "Nos ayuda a combatir con exigencia cualquier acto de violencia, que la fomente o la banalice", ha manifestado.
El presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), José Vargas, ha dicho por su parte que "aquellos que se rasgan las vestiduras" por las críticas a la reciente visita oficial del líder de la izquierda 'abertzale', Arnaldo Otegi, al Parlament "deberían leer la historia antes de hablar".
"En este país, tenemos muchas desgracias como la de Vic", ha señalado Vargas. "Antes que hablar, tendríamos que repasar la historia del país, y el daño que las diferentes bandas terroristas nos han infligido y el sufrimiento que nos han hecho padecer".
El homenaje ha tenido lugar en el parque Jaume Balmes, de Vic, en recuerdo de las víctimas del atentado cometido el 29 de mayo de 1991 por Jon Félix Erezuma, Joan Carles Monteagudo (exmiebro de Terra Lliure) y Juan José Zubieta, del Comando Barcelona de ETA.
Posteriormente, la comitiva se ha desplazado a un solar cercano usado como aparcamiento municipal en el que se levantaba la casa cuartel que quedó en ruinas tras la explosión.