La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha defendido que las restricciones de viaje impuestas por España están "alineadas" con la Unión Europea, después de que la Comisión Europea haya pedido "coherencia" en las medidas que se apliquen.
En una rueda de prensa tras el Consejo de Asuntos Exteriores, la ministra ha respondido a las dudas planteadas por Bruselas, asegurando que las medidas puestas en marcha en España para restringir los desplazamientos son "coherentes y alineadas con las recomendaciones comunitarias".
"Las restricciones a la movilidad están enmarcadas dentro de las directrices comunitarias"
"España está escrupulosamente siguiendo todas las recomendaciones comunitarias para controlar el coronavirus en nuestro territorio", ha subrayado la titular de Exteriores. González Laya ha enmarcado dentro de las directrices comunitarias la restricción al movimiento entre comunidades dentro de un país. "Eso es lo que hace España, cada una de las regiones, de acuerdo con la cogobernanza, está adoptando las medidas que entiende son mejores para evitar un aumento de los contagios", ha defendido.
Bruselas pide "coherencia" en las medidas para los "dos tipos" de viajes
El portavoz de Justicia de la Comisión Europea, Christophe Wigand, ha subrayado este lunes en una rueda de prensa que, dado que la transmisión y riesgo es similar para los viajes domésticos y los transfronterizos, "los Estados miembro deberían asegurar coherencia entre las medidas aplicadas a los dos tipos de viaje". De cara a las vacaciones de Semana Santa, el Gobierno ha pactado el cierre perimetral de las Comunidades Autónomas para limitar al máximo los desplazamientos y tratar de contener así el virus. Sin embargo, estas restricciones no se aplican a la frontera que España tiene con el resto de la UE ya que sí se permiten viajes no esenciales con origen o destino a otros países de la UE.
Genera sensación de agravio
Esto según ha reconocido la propia González Laya puede generar "cierta sensación de agravio" entre ciudadanos en la UE, pero se ha limitado a atribuir este sentimiento a las decisiones de cada territorio. "Un ciudadano en Madrid no puede viajar a Baleares, pero sí puede ir a Frankfurt y en Frankfurt sí puedes ir a Baleares, pero no a Bonn. Sí hay cierta sensación de agravio pero se debe, simple y llanamente, a que cada región tiene adoptadas las pautas que considera mejores para frenar la transmisión del coronavirus en su territorio", ha explicado. En este sentido, ha insistido en que España tiene medidas en vigor, como obligatoriedad de test PCR, que ayudan a controlar la importación de casos desde el extranjero.