El abogado de los exconsellers Toni Comín y Meritxell Serret, Gonzalo Boye, ha declarado que no teme que la extradición de Carles Puigdemont pueda afectarles. Es más, cree que la situación en la que se encuentran los otros exconsellers en Bélgica puede afectar positivamente.
El gobierno Alemán ha dicho que no se quiere imponer, por lo tanto, no va a haber injerencias por su parte. A lo largo de esta semana el fiscal de Schleswig Holstein se va a pronunciar para decidir si remite la causa a la audiencia provincial para abrir el proceso de la euroorden, esta decisión está sujeta a una serie de valoraciones que tiene que hacer el fiscal. El abogado de Comín y Serret espera que el tribunal decida abrir la euroorden.
Boye no cree que la fuga de Marta Rovira pueda afectar a sus representados. "Si las personas que están presas lo están por cosas que han hecho otros evidentemente estaríamos hablando de una grave resolución judicial, las resoluciones judiciales personales se adoptan de forma individualizada. Si el juez ha tomado decisiones en función de lo que han hecho terceros el que tiene que dar explicaciones es el juez", ha indicado.
Respecto al hecho de que el juez Llarena haya tenido que abandonar Cataluña tras los actos de violencia que se han vivido desde la detención de Puigdemont, ha declarado: "Tenernos que serenarnos. La gente tiene derecho a manifestarse pero siempre de forma pacífica". Aunque cree que estos actos de violencia no van a afectar a los jueces belgas y alemanes ya que son los suficientemente inteligentes para que no les afecte estos hechos. "Si que les puede impresionar que el juez Llarena en el auto se situé como victima de los hechos que está investigando ya que esto afecta en la imparcialidad de la cuestión" ha añadido.