Ana Erra consideraba que había confusión entre los catalaonparlantes porque evitan -al hablar en castellano- a quién no habla catalán a aprender esta lengua.
Por ello insistía en que esas personas deben aprender catalán y pedía a los catalanes autóctonos que dejaran esa costumbre de hablar en castellano a quien por su aspecto físico o nombre no parezca catalán.