De Guindos aboga por más Europa frente a movimientos rupturistas y populistas

A modo de ejemplo, durante su intervención en la X Conferencia Internacional de Banca organizada por el Banco Santander, De Guindos ha citado el desafío independentista en Cataluña, un "anacronismo en pleno siglo XXI", "irracional desde el punto de vista económico".

Una hipotética independencia de Cataluña supondría aislar una economía y llevaría aparejada una caída muy importante del PIB, un incremento notable del paro, una espiral inflacionista y el empobrecimiento generalizado de la población, ha advertido.

De Guindos ha defendido la actuación del Gobierno "prudente y equilibrada, pero también firme" para defender la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Cataluña y proteger los intereses de los ciudadanos, el crecimiento económico y la creación de empleo en la región y en el conjunto de España. "Se trata de que este episodio quede atrás rápidamente y que sólo haya sido un breve paréntesis en la historia de éxito que Cataluña ha protagonizado durante las últimas décadas", ha añadido De Guindos, según el discurso facilitado de su intervención en una conferencia cerrada a la prensa.

El titular de Economía ha incidido en que si las empresas huyen y los inversores no van a Cataluña es porque se ha roto la legalidad y la seguridad jurídica. En su opinión, el mundo independentista se ha encontrado con esta realidad, tanto en el plano económico, con la fuga de empresas y la ralentización de la economía, como en el político, con las llamadas a la vuelta a la legalidad de todos los actores internacionales y las críticas a la ruptura del Estado de Derecho.

Aunque ha asegurado que estos movimientos rupturistas y populistas existen en muchos estados de Europa y de salir adelante pondrían en riesgo el proyecto de integración, ha abogado por aprovechar su debilitamiento y la actual coyuntura económica para avanzar en la Unión Monetaria Europea. De Guindos propone reforzar la convergencia real y reducir los diferenciales de competitividad entre estados miembros, con reformas estructurales y plantea crear instituciones como un Fondo Monetario Europeo o un Tesoro común.

En cuanto a la unión bancaria, ha abogado por poner en marcha el sistema europeo de garantía de depósitos, si bien advierte de que aún existen retos como abordar el alto nivel de créditos dudosos. En este asunto, ha considerado que la experiencia española es "un ejemplo a seguir", pues es fundamental llevar a cabo valoraciones correctas de los activos y provisionarlos de forma adecuada para venderlos, así como crear bancos malos, como se hizo en España.

El ministro de Economía está convencido de que es hora de llevar a cabo todas estas medidas gracias al buen momento económico, en el que Europa se alza como uno de los principales motores, aunque persista el riesgo del "brexit", cuyo impacto se debería minimizar con las negociaciones entre Reino Unido y la Unión Europea.

A pesar de la incertidumbre que recientemente ha generado el desafío secesionista en Cataluña, España sigue siendo el país que más crece de entre todas las economías avanzadas, ha destacado. De Guindos presume de que una de las características del nuevo patrón económico de España es "su gran capacidad para generar empleo", lo que explica que el paro haya caído más de 10 puntos en cinco años y se hayan creado más de medio millón de puestos de trabajo en el último año.

También ha subrayado que España cumplirá holgadamente este año el objetivo de déficit del 3,1 % y el año que viene caerá muy por debajo del 3 %, cuando la economía crecerá el 2,3 %, según una estimación "muy prudente" que tiene en cuenta la incertidumbre asociada a la situación en Cataluña.