El debate sobre la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado ha sido una constante en la política española, y Pedro Sánchez no ha sido ajeno a esta controversia en ambos lados de la trinchera política. En 2018, cuando Mariano Rajoy se encontraba al frente del Gobierno, el entonces líder de la oposición socialista sostenía con firmeza que "si no hay presupuestos, hay que anticipar elecciones". Sin embargo, años después, ya en la Moncloa, Sánchez está abocado a prorrogar las cuentas de su Gobierno por segunda vez consecutiva, lejos de cualquier adelanto electoral como él mismo exigía en el pasado.
De exigir adelanto electoral a justificar por la "estabilidad"
Recientemente, Sánchez ha defendido la estabilidad como una razón suficiente para mantener los actuales presupuestos. Durante una comparecencia en Bruselas, el presidente del Gobierno argumentó que España ya lidera el crecimiento económico en Europa con las cuentas prorrogadas de 2023, preparadas por su propio Ejecutivo en la legislatura anterior. "Si no hay acuerdo, pues se prorrogan los Presupuestos. Pero sin ninguna duda. Porque lo que necesitamos ahora mismo es estabilidad", afirmó. Pese a asegurar que el Gobierno sigue trabajando con los grupos parlamentarios para intentar aprobar unas nuevas cuentas, la realidad es que la negociación entre el Ministerio de Hacienda y los socios del Congreso está prácticamente paralizada, y en la Moncloa ya asumen la prórroga hasta 2026.
El contraste con sus declaraciones de 2018 es evidente. En aquel momento, Sánchez sostenía que un Gobierno sin presupuestos debía someterse a una cuestión de confianza. "Si el presidente del Gobierno no puede aprobar su principal ley, tiene como obligación constitucional (...) someterse a una cuestión de confianza", afirmaba entonces, presionando a Rajoy para que tomara medidas o anticipara elecciones.
En 2018 Sánchez veía en la falta de presupuestos una justificación para forzar elecciones o al menos una cuestión de confianza, en el Gobierno ha optado por priorizar la continuidad y evitar riesgos políticos innecesarios. Sin embargo, las presiones crecen. No solo del PP, que ayer mismo exigía en boca de Feijóo que presente las cuentas. También Sumar se ha unido a esa petición, como señalaba la persona que parece más se acerca al liderazgo de la formación, Lara Hernández. Sánchez prefiere fallar a un mandato constitucional antes que sufrir una derrota. Aunque en realidad renunciar al debate ya sea una derrota.
Lo cierto es que la prórroga presupuestaria tiene implicaciones tanto económicas como políticas. Mientras el Gobierno insiste en que los presupuestos actuales permiten el crecimiento y la creación de empleo, la oposición critica la falta de iniciativa y la dependencia de cuentas diseñadas para una coyuntura que ya no es la misma.