Irene Montero, exministra de Igualdad, carga duramente contra Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, en su libro ‘Algo habremos hecho’. En él afirma que Díaz reclamó su dimisión en plena crisis por la Ley ‘solo sí es sí’, quien preguntó “gritando” cuándo iba a producirse su renuncia. Asimismo, asume que la decisión de proponer a la vicepresidenta segunda como futura candidata electoral fue el “error político más grande” de su formación en los últimos años.
En la publicación, que recoge los principales momentos de la trayectoria política de Montero, la exministra de Igualdad recrimina a Moncloa que, ante la falta de acuerdo con Podemos a principios del año pasado para la reforma del marco penal de la Ley 'solo sí es sí' por las resoluciones judiciales que rebajaban condenas a agresores sexuales, que su cálculo era "dejarla caer" en vez de tener una respuesta coordinada ante la "ofensiva judicial" y pactar un articulado que, según reivindica, dejara el consentimiento en el centro.
Sin embargo, y según su versión, fue "muy angustiante y despreciable" la forma en la que actuaron entonces varios de los que eran sus compañeros entonces en Unidas Podemos, aseverando que Díaz solicitó su dimisión en varias reuniones que convocó "específicamente para ello".
"A Isa Serra (actual eurodiputada de Podemos), en una de esas reuniones le preguntó gritando en varias ocasiones que cuándo iba a dimitir Irene Montero", asevera la exministra para añadir que, pocos días después, le hicieron llegar que la vicepresidenta "podría ver bien" que cesara a la exsecretaria de Estado de Igualdad Ángela Rodríguez Pam y la exdelegada del Gobierno contra la violencia de género, Vicky Rosell.
Yolanda estaba actuando para forzar mi dimisión
"Ambas (Pam y Rosell) vinieron a mi despacho a poner sus responsabilidades a disposición. Aún lloro de rabia cuando lo recuerdo. Yolanda estaba actuando para forzar mi dimisión o la de alguna persona relevante de mi equipo", critica Montero.
Díaz “multiplicó la agresividad de los golpes”
Sostiene que la decisión de impulsar la reforma propuesta por el Ministerio de Justicia y "dejar caer a Igualdad" fue del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; pero quien "multiplicó la agresividad de los golpes" fue "Yolanda Díaz”. Junto a ella decidió que había que ponerse del lado del PSOE y aprovechar para “intentar herir de muerte a Podemos".
A su vez, como ya denunció en su día Podemos, Montero indica el equipo de Díaz comunicó a su formación que estaba "vetada" para ir en las listas electorales al 23J.
Manifiesta que hubo una "operación" para sustituir a Podemos por otro espacio electoral, en alusión a Sumar, que "no tuviese autonomía política" ni fuese "más allá de lo que el PSOE quisiera" en el Gobierno.
Al respecto, admite que no calcularon, cuando propusieron en 2021 a la ministra de Trabajo como referente electoral, que Díaz se prestaría a ello como, a su juicio, ya había hecho antes Íñigo Errejón cuando se escindió de Podemos.
Es más, lanza que la "progresía mediática y política" se afanó en "fortalecer a Díaz" para facilitarle lo que ésta "deseaba hacer con todas sus fuerzas: arrinconar cada vez más a Podemos de forma que anulasen su capacidad de decisión política en el Gobierno, para, a medio plazo, sustituir la dirección política del socio minoritario por otra que priorizase llevarse bien con el PSOE y no hacer nada que este no quisiera".
"La elección de Yolanda era una apuesta decidida por ampliar el espacio político de Unidas Podemos (…) Nos equivocamos. Fue, en la medida en la que ocurrió lo contrario de lo que buscábamos (reducción del espacio electoral y subordinación al PSOE), el error político más grande que hemos cometido en estos años", confiesa.
En otro pasaje de su libro declara que, en pleno choque con el PSOE para que dejara de dilatar la aprobación de la Ley Trans, la vicepresidenta le había hecho llegar a su equipo la "sugerencia" de que dejaran de insistir en la tramitación de la norma "porque generaba muchos problemas" en el PSOE.