José María Aznar: "Ciudadanos es un serio aspirante a gobernar y ocupar el espacio político del PP"

Aznar se expresa así en su nuevo libro, "El futuro es hoy. España en el cambio de época" (Ediciones Península), que sale a la venta el próximo martes y en el que reflexiona sobre geopolítica y el estado de la democracia en Europa.

En el adelanto de la publicación, Aznar cree que las elecciones catalanas del pasado año marcaron el momento en el que Ciudadanos se convirtió en "un serio aspirante a partido de Gobierno con posibilidades de ocupar el espacio político del Partido Popular".

La emergencia del partido liderado por Albert Rivera la compara Aznar con la de la formación encabezada por Emmanuel Macron en Francia.

En esta tesitura, el expresidente del Gobierno considera que, después de perder el Gobierno y entrar en un proceso de renovación de liderazgo, el PP "no va a desaparecer", pero corre el riesgo de sufrir una crisis electoral si termina "buscando refugio en sus

territorios tradicionales más seguros" y la derecha se acaba fragmentando y centrifugando.

El escenario que maneja para ambos partidos es que Ciudadanos tiene un "recorrido grande" a menos que cometa errores que "deberían ser muy notorios", mientras que el PP no está "desahuciado" si evita el "riesgo de centrifugación y recupera el dinamismo de su proyecto político con una imagen reconocible para el electorado".

En el libro, Aznar considera que la actualidad ni la opinión publica ni el partido aceptarían una designación como la que él hizo para elegir a su sucesor al frente del partido, aunque ha recalcado que no considera ni necesarias ni recomendables las primarias

abiertas. Sobre el mandato de Mariano Rajoy, ha contrapuesto la mejora sustancias de la economía a un balance "muy distinto" en el ámbito político e institucional.

El expresidente del Gobierno advierte en el libro de que los planteamientos que defienden que existe un "déficit de reconocimiento de la diversidad" en la Constitución proporcionan un argumento fácil de legitimación al "victimismo nacionalista". Y, aunque reconoce que "sin duda" en España hay corrupción, recalca que España "no es de por sí un país corrupto" porque las instituciones "responden".

Aznar ve en los "nacionalismos secesionistas" el mayor peligro para la democracia liberal y los considera una variante del populismo. Aprecia en Cataluña dos problemas principales, la "fractura interna" y la "crisis de legalidad", y lamenta la esterilidad de los

ejercicios de "autoculpabilización" de Gobiernos anteriores, que no tiene en cuenta la división "más o menos al 50%" entre nacionalistas y no nacionalistas.

"Afirmar que la radicalización de los nacionalismos en nuestro país es consecuencia de la intransigencia o la falta de diálogo por parte de los sucesivos Gobiernos y de los partidos de ámbito

nacional es, lisa y llanamente, una falsedad", aduce Aznar.