Moreno Bonilla se ha comprometido a que su Gobierno sea no sólo el del cambio que piden los andaluces, sino también el del diálogo: "un gobierno de cambio nos obliga a dialogar y a hablar entre todos, y tenemos que hacerlo sin prejuicios y sin cordón sanitario".
Con continuas referencias a la necesidad de cambio, de regeneración democrática, Juanma Moreno ha iniciado su primer discurso pidiendo el apoyo de la cámara y siendo consciente de la trascendencia de este momento porque es el primer candidato de un partido distinto al PSOE en 37 años de autonomía.
Ha agradecido a los andaluces que hayan votado cambio porque "han despertado" y ha dicho que no hay que tenerle miedo a ese cambio.
Ha prometido además ser un presidente "reformista", dialogador con todos los partidos, sin excluir a ninguno de ellos, y ha pedido tiempo ante ese nuevo cambio de ciclo donde dice que primará la honestidad y la transparencia.
"En esta Cámara hay una mayoría de cambio legítima y clara formada por 59 diputados a los que les solicito su apoyo para mi investidura", ha dicho.
Moreno también ha anunciado que se aprobará por ley limitar los mandatos de consejeros y presidentes a solo ocho años.
Ha reconocido que en estas cuatro décadas se han hecho cosas buenas, pero ha lamentado el triunfalismo del PSOE que ha dado paso al acomodamiento y al conformismo paralizando el futuro de Andalucía.
También ha avisado de la red clientelar tejida por los socialistas durante todos estos años mediante prácticas "que ya están en la justicia", en referencia al caso de los ERE falsos y también al gasto de dinero público en puticlubs.