Joaquín Aguirre, instructor de los casos Negreira y Volhov, ha recibido en los últimos días un falso paquete bomba en el juzgado de instrucción número 1 de Barcelona.
Los servicios de seguridad detectaron el paquete, que contenía un temporizador electrónico y una bolsa que simulaba la carga explosiva, sin que la situación fuera a mayores. Se investiga ahora la procedencia de este paquete.
Este hecho ha causado un importante preocupación en las fuerzas de seguridad del Estado, que lo consideran un intento de amedrentar a un juez que lleva dos casos de especial sensibilidad y no comprenden por qué Aguirre sigue sin contar con medidas de seguridad.
En el caso Volhov se investigan las posibles conexiones entre el independentismo catalán y Rusia durante el procés con el fin de lograr ayuda económica y militar para lograr la independencia de Cataluña. Se investiga al jefe de oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay; al informático de Waterloo, Jaume Cabaní; y al ex cargo de CDC, Víctor Terradellas, por el presunto desvío de fondos de la Diputación de Barcelona a entidades afines a CDC.
Aguirre lleva, además, la investigación del caso Negreira, por los pagos de más de siete millones de euros por parte del FC Barcelona a José María Enríquez Negreira entre 2001 y 2018, etapa en la que fue vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Se investigan delitos de administración desleal, falsedad documental y cohecho o corrupción entre particulares.