El magistrado que se encarga del sumario abierto por el "procés" en el alto tribunal ha actuado así para evitar el error de interpretación que, a su juicio, cometieron ayer las autoridades belgas al señalar defectos de forma en la orden europea de detención cursada desde el Supremo contra los exconsellers Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig, cuya entrega ha sido denegada sobre esa base.
Los belgas consideraron que la orden europea de detención debe basarse en una orden de detención nacional o un documento con valor ejecutivo similar, dice Llarena en su carta, y añade que sus peticiones de entrega se basan en autos de procesamiento, los cuales tienen un valor no ya igual, sino superior a una orden de detención.