La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 6 de Alzira (Valencia), que investiga el caso conocido como crimen de Alcàsser, ha ordenado el análisis de pelos y otras evidencias del caso a petición de una de las acusaciones populares recientemente personadas en la causa por el secuestro y asesinato de tres niñas en noviembre de 1992.
Ahora Elisa Fort, la magistrada que instruye el caso, ha mandado el envío de esas evidencias al Instituto Nacional de Toxicología. Allí se practicarán las analíticas necesarias con el objetivo de extraer los restos de ADN.
Nueva inspección de los vehículos de los implicados en el crimen
Además, se ha ordenado a la Guardia Civil llevar a cabo una nueva inspección de los vehículos de Miguel Ricart, condenado por estos hechos, y Antonio Anglés, también implicado y desaparecido desde entonces, por parte del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) de la Guardia Civil.
El hallazgo de estas pruebas permitiría llevar a juicio a Antonio Anglés, en el caso de que estuviera vivo, antes de 14 de diciembre de 2029, fecha en la que prescribe el crimen.
Casi 30 años del crimen de Alcàsser
Hace casi 30 años del secuestro y asesinato de Miriam, Toñi y Desirée, tres vecinas de Alcàsser (Valencia) de entre 14 y 15 años. En noviembre de 1992 fueron violadas y torturadas hasta la muerte por el prófugo Antonio Anglés y su compinche Miguel Ricart, que está en libertad desde el año 2013.