La Fiscalía, que también reclama para él 14 años de inhabilitación y 3 de libertad vigilada, señala en su escrito de conclusiones provisionales cómo el vídeo que publicó el acusado en Internet el 23 de octubre de 2016 en el que aparecía una bandera de Daesh y dos yihadistas, uno de ellos con un cinturón de explosivos, precipitó su detención. Meses antes, había sido detenido en Pamplona un compatriota suyo que quería unirse a la organizaciónyihadista, Salim Aghmir, quien regentaba una tetería de la que el acusado, que entonces residía en la capital navarra, "era asiduo".
Los investigadores dedujeron de ello que el acusado participaba "directamente en actividades relacionadas con el enaltecimiento y la difusión de propaganda de la organización terrorista Daesh". Tras constatar su participación en dichas actividades, Boliyardane aumentó de forma evidente las medidas de seguridad, tanto en sus desplazamientos como en sus actividades en la red, "en un intento de que pasasen inadvertidas y, sin duda, ante su sospecha de estar siendo objeto de algún tipo de vigilancia policial", según informó en su día Interior. Estos hechos llevaron al investigado a trasladar "de modo repentino y sorpresivo" su residencia a la localidad riojana de Calahorra.
Además, tras la detención de Salim Aghmir, "el investigado continuó de forma autónoma con su proceso de radicalización, adoctrinamiento y auto-adoctrinamiento terrorista" realizando "actividades en apoyo de los postulados de distintos grupos terroristas que operan en las zonas de conflicto de Siria e Irak, principalmente Daesh". Los investigadores observaron también "su apoyo explícito a las acciones terroristas reivindicadas por Daesh en París, así como a los musulmanes que viajan a Siria e Irak para combatir en las filas de la organización terrorista".