En su comparecencia ante el Tribunal Supremo, Víctor de Aldama presentó como prueba un documento manuscrito que, según él, fue escrito por Koldo García, que según su testimonio prueba sus acusaciones de adjudicaciones públicas amañadas. Koldo, sin embargo, ha asegurado en el Supremo que él no reconoce que esa que aparece en el documento, sea su letra.
Aldama presenta el supuesto manuscrito de Koldo
Víctor de Aldama declaró durante más de tres horas ante el Tribunal Supremo, tiempo en el cual aportó un documento que, según afirmó, contiene una lista de adjudicaciones amañadas ligadas a la trama investigada. Dicho manuscrito, que incluye nombres de ciudades como Huesca, Valladolid, Murcia y Orense precedidos de cifras, que según su versión, es un indicio de las adjudicaciones irregulares. Aldama asegura que este listado fue escrito de puño y letra por Koldo.
Koldo niega la autoría del documento
Por su parte, Koldo García ha negado categóricamente las acusaciones, incluyendo su implicación en el esquema de corrupción y la supuesta autoría del manuscrito presentado por Aldama. “No reconozco esa letra”, afirmó el exfuncionario ante el tribunal, desvinculándose del documento.
Sin embargo, un análisis preliminar realizado por una grafóloga, y citado por el diario El Español, asegura que el manuscrito es obra de Koldo, ya que coincide con la caligrafía de unas anotaciones que publicó dicho medio del propio Koldo.
¿En qué consiste una prueba caligráfica?
La prueba caligráfica es un procedimiento pericial que busca identificar al autor de un escrito mediante el análisis detallado de las características gráficas, estructurales y motrices de la escritura. Este tipo de prueba compara el documento cuestionado con otros escritos cuyo autor se conoce con certeza.
Los peritos examinan aspectos como la forma de las letras, los trazos, la inclinación, el tamaño y la presión del bolígrafo, además de patrones de movimiento en la escritura. El resultado se plasma en un informe técnico que puede ser determinante en procesos judiciales.
Un precedente: la prueba caligráfica en el caso Bárcenas
Este tipo de análisis ya fue crucial en el caso de Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular, investigado por llevar una contabilidad paralela del partido. En aquella ocasión, el juez Pablo Ruz ordenó una prueba pericial caligráfica para comparar los llamados "papeles de Bárcenas" con documentos cuya autoría reconoció el propio acusado.
El informe pericial concluyó que los escritos correspondían a Bárcenas, aunque la autoría de las firmas no pudo ser determinada. Sin embargo, hubo que repetir el examen, ya que Bárcenas disimuló su propia letra para intentar forzar un resultado engañoso.
Si la prueba caligráfica en el caso Bárcenas marcó un punto de inflexión, el caso Koldo podría seguir un camino similar. La negativa de Koldo a reconocer su letra, junto con la presunción de que el manuscrito presentado por Aldama contiene información comprometedora, hace que esta prueba se vuelva indispensable para esclarecer los hechos.