La consellera repite en su carta lo que ha dicho en los últimos días, que ella es la última responsable y que los directores no deben temer nada. Sin embargo, el escrito no tranquiliza a los afectados porque, según los propios sindicatos, "es papel mojado".
Los sindicatos han consultado a sus servicios jurídicos que aseguran que el texto no garantiza la protección de los trabajadores públicos y creen que, llegado el momento actual, sólo hay una solución.
El secretario general de Educación de CCOO, Manel Pulido, ha dicho que "lo que queremos es quitar a los empleados públicos de este fuego cruzado. Por desgracia, aún no hemos conseguido esa protección que buscamos y a día de hoy es muy difícil darles consejos, no tenemos ninguna garantía".
Los partidarios de no ceder sus centros se protegen como mejor consideran y saben, por orden de la Fiscalía, que deberán renunciar si alguien abre sus centros escolares. Mientras, los alumnos universitarios y muchos menores se han manifestado en la calle en una jornada de huelga.