El Gobierno cruza los dedos para poder sacar adelante unos presupuestos, a pesar de la debilidad parlamentaria. Sabe que está en juego la legislatura: los Presupuestos son la investidura de Sánchez, segunda parte.
Iglesias dijo que 'ni agua' a Ciudadanos ni PP en materia de Presupuestos.
María Jesús Montero dice que eso lo ha dicho Iglesias, pero en el marco de los cursos de verano, y que el vicepresidente será responsable. Ella tiende la mano a Cs y PP.
Cs no apoyará unas cuentas radicales como las de Podemos.
En PNV insiste en que no habrá apoyo sin una nueva financiación tras al comisión mixta.
Y el PP reconoce estar perdido.
Dentro del Gobierno, ¿a quién le hacemos caso? ¿Al vicepresidente o a la ministra portavoz?
Desde ERC dejan claro que si no hay avances, en lo que llaman conflicto de Cataluña para el derecho a decidir, si no hay mesa de negociación con el Gobierno, no se sentarán a negociar unos presupuestos.
Todo ello mientras que Cs intenta lo imposible: que Sanchez apueste por desprenderse de Iglesias, y pacte con ellos y el PP.
Todo esto expone la debilidad parlamentaria y aritmética del ejecutivo.