Después de la polémica en una escuela de la localidad catalana de Canet de Mar en la que una familia comenzó a sufrir acoso por pedir un 25% de educación en castellano, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha pedido este lunes que el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, asuma la dirección del centro Turó del Drac para defender el modelo de inmersión lingüística.
"Es imposible que no podamos hacer nada. Hay que poder hacer cosas. Por ejemplo, asumir la dirección del centro para dar cobertura y descargar la presión sobre los profesionales", ha manifestado en una entrevista en La2 y Ràdio4.
En este sentido, ha señalado que la Generalitat debe tener capacidad de actuación para defender la inmersión lingüística, tras lamentar que Cambray apuntara que no tenían margen para hacerlo en el caso de la escuela de Canet, y cree que deben buscarse "todas las herramientas" que haya al alcance para defender dicho modelo.
"Es imposible que no podamos hacer nada. Hay que poder hacer cosas"
Después de que el Tribunal Supremo ratificara la cuota del 25% de castellano en las aulas catalanas, Borràs considera que lo que pone en peligro la inmersión es "la voluntad de judicializar la enseñanza, de manosear lo que es un consenso de país". "Si hay una lengua que está minorizada es la catalana, no la castellana. Es una sentencia invasiva e impropia", ha señalado Borràs, que ha añadido que apoyará todas las medidas que impulse la Generalitat para proteger a los equipos directivos.
Aragonès corrige a Borràs y pide "no hacer partidismo" del modelo lingüístico
Sin embargo, estas declaraciones han sido criticadas por el president de la Generalitat, Pere Aragonès, quien ha recordado a los partidos políticos que deben ser responsables y no hacer "partidismo" con el modelo lingüístico catalán.
Aragonès ha pedido "estar por encima" de la táctica a corto plazo y ha argumentado que es necesario tener mirada amplia y no de partido con las cuestiones lingüística y educativa.
"Tenemos un modelo lingüístico consensuado, pedagógicamente aceptado y con el apoyo de la comunidad educativa y con consenso político", ha expuesto. Por ello, ha apuntado que la solución en la que trabaja la Consejería de Educación y el conjunto del Govern debe ser "sólida, permanente y efectiva".