Después de varios días con la duda sobre la posición del PP con respecto a la derogación de la Ley LGTB de Madrid, el portavoz del PP en la Asamblea, Alfonso Serrano, ha afirmado este miércoles que su grupo parlamentario se abstendrá en la toma en consideración este jueves de la iniciativa de Vox que lleva el nombre de "Ley Integral de Igualdad y No Discriminación", con la que se pretenden tumbar las dos leyes de Igualdad y LGTBI, ambas aprobadas en 2016 durante el gobierno de Cristina Cifuentes.
En declaraciones remitidas a los periodistas, Serrano apunta que el PP no puede votar a favor de una iniciativa con "muchas deficiencias técnicas y que, además, cree que no es la herramienta para modificar determinadas leyes".
Además, añade que la abstención del PP se debe a que "no van a hacerle el juego a la izquierda" dándole su voto porque "pretende adueñarse de banderas que no le pertenecen".
"La derogación de la ley tiene muchas deficiencias técnicas y no es la herramienta para modificar determinadas leyes"
El PP "en ningún caso" derogará la ley, pero reformará "aspectos puntuales"
A Vox, el grupo liderado por Rocío Monasterio, le lanza un mensaje de "diálogo" para que reforme aquellos "aspectos puntuales" de las leyes ya vigentes en la región en lo que crean que puedan ser "mejorables", pero que "en ningún caso van a derogarlas".
Por su parte, durante la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, el portavoz regional y consejero de Educación, Enrique Ossorio, ha defendido que su abstención se debe a que, desde el punto de vista jurídico, la ley presentada por Vox "está mal realizada": "No son mandatos, son como un mitin", ha apuntado.
Ha añadido que comparten objetivos de la ley presentada por Vox como la "ausencia absoluta de discriminación" pero debe "mejorar muchos aspectos"; por ello, el grupo del PP partirá de la abstención.
PP y Vox comparten aspectos de la nueva ley como "la ausencia absoluta de discriminación"
Del mismo modo se ha expresado el consejero de Presidencia, Enrique López, quien ha puntualizado que la propia presidenta del Gobierno, Isabel Díaz Ayuso, ya se había posicionado contraria a la derogación de las leyes aprobadas en 2016; además de ser él el interlocutor de la negociación con Rocío Monasterio.
A lo que ha remarcado López que la ley presentada por Vox tiene un "carácter simbólico importante" pero también un "aspecto normativo deficiente".