David Pla se queda en libertad ante la posibilidad de que su acusación por la causa de los abogados de etarras -conocida como Alboka- acabe decayendo al entenderse que no puede ser juzgado dos veces por el mismo delito.
El fiscal estudiará su posición, pero en previsión de que acabe pidiendo el sobreseimiento, ha solicitado su libertad con comparecencias semanales ante la Justicia y prohibiciones de abandonar España.
Estas medidas las acaba de adoptar la juez en contra del criterio de la AVT, que solicitaba su prisión al entender que no puede hablarse de cosa juzgada sino que se han producido dos delitos de pertenencia a ETA al ser hechos cronológicamente diferentes.
Pla vuelve a la cárcel y en cuanto recoja sus pertenencias y cumplimente los trámites podrá salir a la calle en libertad condicional.