Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha presentado este martes su Clasificación Mundial de Libertad de Prensa, en la que sitúa a España en el puesto 32, lo que supone una caída de tres posiciones con respecto al año pasado.
RSF excusa esta caída en que, pese a la mejora de la seguridad de los periodistas y los avances legislativos, los medios son cada vez más "opinativos" y la precarización de la profesión es "creciente". Según la organización, la polarización mediática y el deterioro económico del sector contrarrestan la mejora del clima informativo en nuestro país.
A pesar de esto, RSF recuerda que el Congreso de los Diputados está estudiando la posible derogación de delitos como las injurias a la Corona, los sentimientos religiosos o la apología del terrorismo y que el Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucional el artículo de la Ley Mordaza que penalizaba la captación de imágenes por parte de la prensa.
"No es un año en el que el contexto político haya afectado seriamente a la libertad de prensa en España, pese a la falta de transparencia mostrada por los gobiernos central y autonómicos con la información pública sobre la pandemia, y pese al clima de animadversión a la prensa generado esencialmente por la ultraderecha. Lo que penaliza a la posición española es el contexto económico de los medios, tanto en lo que respecta a la excesiva concentración del mercado, como a las graves dificultades para crear un medio, las nulas ayudas para impulsar el surgimiento de nuevas publicaciones y la grave precarización de los profesionales", reza el informe de RSF.
La organización considera que las carencias de la libertad de prensa son más responsabilidad de la esfera mediática que de la esfera política. Además, también critica "la grave precarización de la profesión, que comenzó a instalarse con la crisis de 2008 y que ya adquiere tintes crónicos e impacta seriamente a la libertad de prensa" y que los profesionales de la información "son mucho más vulnerables a las presiones y la autocensura".
En materia de seguridad, España, en el puesto 35, está mucho mejor clasificada que países como Reino Unido (49º), Francia (85º) o Alemania (91º). En este aspecto ha sido clave "la desactivación del conflicto en Cataluña, que había colocado a España a la cabeza en agresiones a periodistas en la UE, y la práctica ausencia de ataques a la prensa en el marco de manifestaciones antivacunas o contra las medidas sanitarias, se han traducido en una significativa mejora del clima de seguridad de los periodistas en nuestro país".