Nueva batalla campal en la segunda noche consecutiva de protestas en Barcelona
El centro de Barcelona se ha convertido en el escenario de una batalla campal por segunda noche consecutiva, tras la manifestación que han convocado esta tarde los CDR y que ha derivado en enfrentamientos entre grupos de manifestantes violentos y la policía.
Diana Rodríguez Pretel (Enviada especial a Pensilvania) | Ismael Terriza | Agencias
Madrid |
Después de concentrarse en la confluencia de la Gran Vía con la calle Marina, una parte de los manifestantes se han dirigido a la conselleria de Interior, donde han lanzado objetos contundentes, como piedras y botellas, a los agentes apostados alrededor del edificio, que han respondido con varias cargas.
Ante esta respuesta policial, varios centenares de jóvenes violentos se han dispersado por las calles cercanas a la consellería de Interior y han levantado barricadas.
También han tirado motocicletas al suelo y han prendido fuego a contenedores de basura, que han hecho arder coches situados cerca del lugar, con lo que se han repetido escenas de fuego en las calles como las vividas anoche en el paseo de Gràcia.
Los Mossos han pedido no acercarse a la zona de los disturbios y han alertado de que algunos de los manifestantes lanzan "piedras y objetos con ácido", mientras camiones de los Bomberos intentan apagar algunas de las múltiples hogueras encendidas en la zona.
En un intento de proteger la conselleria de Interior, situada en la calle Diputación, los Mossos han recurrido a cargas y furgonetas de este cuerpo han recorrido a gran velocidad puntos como la plaza Tetuán para dispersar a los manifestantes.
Los manifestantes, algunos de ellos con capuchas y la cara tapada, han prendido fuego a algunas vallas de obra y han lanzado piedras y botellas a los agentes, a pesar de que otros intentaban evitar que adoptaran actitudes violentas.
Tras un paréntesis en los enfrentamientos, que se han producido en céntricas avenidas y calles de Barcelona como la Gran Vía o el paseo de Sant Joan, la Policía Nacional también ha participado en cargas contra los manifestantes.
Los manifestantes incluso han usado un contenedor de obra y han desmontado un andamio y arrancado señales de tráfico para usarlos en las barricadas y hogueras que han organizado en la calle, que han impregnado de olor a quemado el Eixample de Barcelona.
Las hogueras levantadas en el centro de la capital catalana han causado momentos de tensión entre algunos vecinos. Uno de ellos ha bajado a la calle con un bebé en brazos, preocupado por que las llamas no alcanzaran su edificio, mientras otros han bajado de los portales para aparcar sus vehículos en otros lugares y evitar que las llamas de los contenedores los quemaran.
También ha habido preocupación por la proximidad de las llamas a una gasolinera de la zona, lo que ha llevado a un operario a usar una manguera de ese establecimiento para intentar que el fuego no se acercara al lugar.
Los enfrentamientos, durante los cuales la policía ha utilizado proyectiles de foam, se han producido cuando la concentración convocada en la confluencia de la Gran Via con la calle Marina, hasta entonces pacífica y que ha reunido a unas 22.000 personas -según la Guardia Urbana-, se ha trasladado frente al departamento de Interior.
Telemadrid ha denunciado que uno de sus cámaras ha resultado herido durante la manifestación, al recibir el golpe de una lata lanzada, al parecer, por algún manifestante.