Ha concluido el acto central de homenaje a las víctimas del 11M en el que han participado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a otros miembros de las tres administraciones y de todas las asociaciones de víctimas.
Sánchez ha estado flanqueado por el presidente de la Comunidad de Madrid y la alcaldesa de la capital, junto a los presidentes de las cuatro asociaciones de víctimas al lado de una pantalla en la que se han ido proyectando los nombres de las 193 víctimas de los atentados del 11M.
El acto en la plaza Daoiz y Velarde de Madrid -el lugar en el que aquel día se montó el primer hospital de campaña- ha sido unitario y sencillo, y unos escolares han leído unos poemas de recuerdo.
También han asistido representantes políticos, miembros de la Judicatura, representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y vecinos de la calle Téllez que han querido acompañar otra vez a las víctimas.
En la sede de la Comunidad de Madrid, se ha producido una ofrenda floral junto a la placa de la fachada de la Real Casa de Correos que recuerda a las víctimas y rinde homenaje al pueblo de Madrid que las auxilió.
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha hecho una reivindicación de la memoria. "Es imprescindible que no olvidemos la memoria de las víctimas, que las recordemos siempre, el sacrificio que hicieron -que dieron su vida por la democracia, la libertad y por España- y hoy de nuevo volvemos a rendirlas homenaje".
En este primer acto, todos los grupos políticos han abogado por unificarlos institucionalmente para dar un mensaje claro contra el terror y de apoyo a las víctimas.
Después, estas han elegido dos lugares emblemátivos. El Bosque del Recuero en el Parque del Retiro y la Estación de Atocha en Madrid. En este último punto han reclamado una auditoría para contabilizar las ayudas a los afectados.
Se trata de saber quince años después qué ha sido de las víctimas del 11M y sus familiares y cómo se las puede seguir ayudando.
La propuesta ha partido de los líderes sindicales presentes en el homenaje. El secretario general de CCOO de Madrid ha dicho que "creo que 15 años después tenemos que hacer una especie de auditoría donde veamos qué ha pasado con todas aquellas personas víctimas directas o indirectas y sus familiares. Necesitamos saberlo y necesitamos saber por qué algunas medidas o no han funcionado bien".
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha anunciado también una reforma del monumento a las víctimas en Atocha para que este sea mucho más trascendente.
Por su parte, en el Bosque del Recuerdo del Retiro también se han soltado globos blancos en recuerdo de cada una de las víctimas de los atentados. Allí, la presidenta de la AVT, Maite Araluce, ha pedido "verdad, memoria, dignidad y justicia".
Justicia que significa que los asesinos sean detenidos y cumplan su condena íntegra. Dignidad, que también incluye impedir los actos de enaltecimiento a los terroristas. Verdad, que es hacer lo posible por conocer lo ocurrido.
"El 11M sigue siendo un caso abierto". ha dicho la presidenta de la AVT, que ha advertido de que las víctimas no consentirán que algunos se permitan el lujo de chantajear al Estado con supuestas revelaciones.
"Verdad supone contar la historia como ha sido sin tergiversaciones, ni manipulaciones, ni falsas justificaciones. No hay causa alguna que justifique el asesinato, la extorsión y la amenaza. De ahí que no deban ser admitidos como agentes políticos válidos aquellos que siguen pensando que en algún momento estuvo justificado matar", ha dicho.
Al acto -que se ha iniciado con un minuto de silencio y se ha cerrado con una suelta de globos- han acudido víctimas y ciudadanos en general, también autoridades como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el presidente de la Comunidad de Madrid y los presidentes del PP, Pablo Casado, y de Ciudadanos, Albert Rivera.
El lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, ha participado en un acto en San Sebastián con motivo del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo en el que ha leído un manifiesto donde llama a todos a reconocer que "matar, extorsionar y secuestrar" fue un daño "injusto" causado a las víctimas y sus familias.