La Mesa del Congreso rechazó ayer el grupo parlamentario En Marea y de Compromís-Podemos-EUPV con el argumento de que incumplen el Reglamento de la Cámara Baja que prohíbe formar grupo parlamentario separado a candidaturas que no han competido entre sí en las elecciones.
A pesar de renunciar al grupo e integrarse en el grupo confederal de Podemos, En Marea presentará de aquí al viernes un escrito de recusación ante la Mesa como paso previo al recurso que llevará al Tribunal Constiticional en defensa de sus derechos.
La portavoz de En Marea, Alexandra Fernández, denunció ayer que la Mesa "sólo actúa mediante chantajes" de modo que si se apoya al PP para la composición de la misma es "fácil" tener grupo propio.
Se trata, a su entender, de una decisión "absolutamente arbitraria" que demuestra "una doble vara de medir", toda vez que, a su juicio, En Marea cumple las condiciones para contar con grupo según el reglamento de la Cámara.
Fuentes de En Marea consideran que no habrá ningún problema para que el nombre de su candidatura se añada al del grupo de Podemos, así como para que Fernández sea portavoz adjunta.
