Marta Pujol ha asegurado haber trabajado como arquitecta para todo tipo de ayuntamientos y que, hasta ahora, nunca se había cuestionado su profesionalidad. La hija del expresidente de la Generalitat ha declarado ser víctima de un escarnio por sus apellidos.
"En todos estos años nadie ha puesto en duda mi labor profesional, ni desde el Gobierno, ni desde la oposición. Otra cosa es que ahora se haga una campaña por otros motivos".
Ha explicado, además, que viajaba una vez a Andorra para gestionar la cuenta procedente del legado de su abuelo y que no la regularizó por la amnistía impulsada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por miedo.