"Desde mi llegada, por medio de mi abogado, me puse a disposición de las autoridades suizas. Si fuera necesario hacerse oír, pediría asilo, pero este no es el caso en este momento", señaló la número dos de ERC en una entrevista al diario suizo Le Temps.
El juez del Tribunal Supremo español Pablo Llarena emitió el pasado 23 de marzo una orden internacional de detención contra Rovira, que está procesada por rebelión en España al haber desempeñado un papel "esencial" en la coordinación del proceso independentista ilegal catalán, según el magistrado.
Rovira, que ese mismo día tenía que comparecer ante el Supremo español, no acudió a la cita, puesto que había decidir fugarse a Suiza "para protegerme de una persecución política contra mi persona y mi familia", según dijo hoy. "Si estuviera aún en España estaría detrás de las rejas ahora mismo. He sido testigo del destino de mi compañero Oriol Junqueras (el exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña), que está en prisión desde hace más de cuatro meses", dijo Rovira, que desde que se fugó a Suiza se ha mantenido prácticamente en silencio.
En opinión de Rovira, ella "no podía tener un juicio justo" en España, pero rechazó que haya perjudicado a los demás con su huida a Suiza. "Cada uno ha tomado sus decisiones de manera personal. Yo no podía arriesgarme a entre 20 y 30 años de prisión por delitos que jamás he cometido cuando mi hija tiene apenas siete años", dijo.
También opinó que cuando aún estaba en Barcelona "vivía en una prisión interna" y dijo que la policía le "seguía constantemente en la calle y estaba bajo presión y recibía amenazas". A su juicio "ya no podía expresar mis opiniones políticas libremente sin el riesgo de ser procesado penalmente sin fundamento", y por ello opinó que es "mucho más útil en libertad".
Preguntada por ese medio helvético si sería posible un diálogo con el Gobierno en un futuro cercano, Rovira consideró que "hace diez años que intentamos establecer un diálogo". La secretaria general de ERC dijo también al mismo medio que "el 80 % de los catalanes están de acuerdo en la organización de un referéndum", y que espera que Cataluña "pueda seguir los ejemplos pacíficos de Escocia, Québec y, pronto de Nueva Caledonia", territorio francés en Oceanía cuyos habitantes votarán el 4 de noviembre si quieren la independencia.
Sin embargo, esa consulta es el resultado de un proceso de concertación con las autoridades de París puesto en marcha en 1988, mientras que el referéndum que los independentistas catalanes quisieron celebrar el pasado 1 de octubre era ilegal. Según Rovira, si el resultado de un referéndum fuera negativo para los independentistas, "lo aceptaríamos".
También dijo que, de momento, no prevé dimitir como secretaria general de ERC, y que busca trabajo en Suiza, ya que regresar a España "es una decisión a largo plazo", a la vez que indicó que finalizado el año escolar, su hija y su marido se le unirán. Por su parte, en declaraciones al diario Blick en Ginebra, la líder independentista añade que sigue de cerca el caso en Alemania del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, con quien habló recientemente por teléfono y quien es, dijo, "un luchador".